Para un padre o una madre el tiempo que los hijos están en casa no se cuenta, simplemente es parte de la vida que los hijos estén con sus padres. Aunque llega un momento en la vida adulta de los hijos que deben comenzar a vivir sus propias vidas y ser independientes fuera del nido del hogar.
La realidad para muchos jóvenes es que emanciparse no resulta tan sencillo en una sociedad cada vez más competitiva donde los trabajos escasean y /o los sueldos son demasiado bajos como para poder vivir fuera de casa de los padres.
Necesidades financieras
Las necesidades financieras de los adultos jóvenes y su capacidad para mantenerse a sí mismos es un escenario muy diferente al de cuando sus padres tenían entre 20 y 30 años. Son muchos los millones de adultos jóvenes que tienen entre 25 y 34 años y aún viven en casa de sus padres ante la imposibilidad de independizarse… tanto hombres como mujeres se ven obligados a vivir en el hogar familiar por más tiempo del que posiblemente, desearían.
Hay muchas razones para que esto ocurra:
- Aumento del coste de la vida
- Salarios bajos
- Subempleo
- Deudas por estudios u otras causas
Por estas y otras razones es más que probable que los jóvenes aadutlos consideren que es mucho más rentable y cómodo vivir en casa de los padres donde los gastos son reducidos o nulos y la comodidad de vivir bastante alta.
¿Cuánto tiempo es demasiado?
Para algunas familias, tener hijos adultos viviendo en el hogar es una ayuda. Por ejemplo, si un padre está enfermo o necesita ayuda de algún tipo, un hijo joven puede ayudarle. Otras familias que pueden estar luchando financieramente encuentran que puede aliviar la carga de facturas, hipoteca… al tener otro sueldo que entra en casa además del de los progenitores que dependiendo de las circunstancias puede que no sea suficiente el dinero. Otros más están acostumbrados cultural e históricamente a que los miembros de la familia vivan juntos el mayor tiempo posible.
Para muchos otros, sin embargo, los adultos jóvenes que se quedan en casa simplemente porque es más fácil y menos costoso que vivir solos… Puede suponer un problema y que sea el foco de muchas discusiones familiares. Las opiniones sobre esta elección de estilo de vida van desde el entusiasmo hasta la ira, ya que los «babyboomers» miran a los millennials y ven una forma muy diferente de vivir desde su propia edad adulta.
Obviamente, cada familia necesita tener sus propios parámetros sobre cuánto tiempo deben vivir con sus padres los hijos jóvenes de 20 o 30 años (o más).
Debido a que se acepta, de hecho, para algunos, incluso se prefiere, a vivir solo, no hay tanta prisa por “expulsar” a los adultos jóvenes del hogar familiar. Sin embargo, es una buena idea tener algunas pautas para los adultos jóvenes para alentarlos a encontrar la capacidad financiera para establecer su propia casa, ya sea con compañeros de piso, como muchos lo hacen, o en solitario.
Tanto como los padres y los adultos jóvenes disfrutan de la compañía mutua, es importante para ambas generaciones avanzar con sus vidas hacia el próximo paso, cualquiera que sea la etapa en la que se encuentran.
Cuáles son los pasos a seguir para que los hijos tengan independencia
La estabilidad financiera es la preocupación número uno para la independencia de cualquier adulto joven, y los padres pueden ayudar con ese objetivo. Cobra el alquiler a tus hijos cuando estén en casa (alquiler por dormitorio y que también colabore en los gastos de alimentación y facturas). Una parte de ese dinero destínalo en una cuenta de ahorros para que cuando haya suficiente dinero sea capaz de mudarse.
Es una forma de que tenga ahorros sin que lo sepa. Cuando llegue el momento en que tu hijo quiera mudarse, los padres pueden darle esos ahorros para que tenga un colchón financiero que utilizar con responsabilidad y cabeza. Es una manera de agradecerle el tiempo que ha estado echando una mano en casa todo el tiempo que no ha podido independizarse antes por las circunstancias que fuesen. Además, es importante que el hijo no sepa que sus padres están ahorrando ese dinero porque de este modo, no tendrá tentación de cogerlo para cualquier imprevisto personal.
Consejos para padres para trabajar la independencia de los hijos
Trata a tu hijo como un compañero de piso. Es importante que los padres cambien “el chip” y dejen de tratar a su hijo como si fuese un niño. No tienes que hacerle la colada, ni la comida, ni limpiar su dormitorio. Debe aprender a tener sus propias responsabilidades para que en el futuro pueda hacerlo fuera del hogar. Si tú pagas la comida, tu hijo deberá ayudar en la limpieza, en ir a comprar, etc.
Ten tu propia vida social. Debes tener una vida social independiente a tus hijos, aunque esté bien hacer vida familiar de vez en cuando, no caigas en la trampa de que ellos sean tu única compañía en todo. Ten una vida social activa con tu pareja o amigos, también equilibra el tiempo en familia como si tu hijo ya viviese fuera del hogar… Pero debes encontrar ese tiempo para ti, recuerda que tu hijo no es un niño, ¡es un adulto que debe cuidarse por sí mismo!
Habla sobre dinero con tu hijo. Si ves que tu hijo adulto está gastando dinero en cosas innecesarias (ropa cara, salir demasiado, muchas noches con los amigos, cosas materiales absurdas), tendrás que hablar sobre la responsabilidad económica y si es necesario administrar su dinero hasta que muestre la madurez suficiente para poder gestionarlo por su cuenta.
Vivir en casa debe ser una parada en el camino por las circunstancias que sean, pero no debe ser una parada prolongada de la infancia. Un hijo adulto debe madurar y comprender que tiene que hacer su vida y sobre todo, que es capaz de ahorrar y de utilizar el dinero de manera saludable mientras colabora en el hogar familiar. ¡Porque eso de ser un niño quedó atrás desde hace mucho tiempo!