Durante el parto se pierden varios kilos porque el bebé tiene su propio peso, la placenta y el líquido amniótico pesan y el esfuerzo realizado también ayuda a perder peso. Sin embargo, todas las mujeres no tienen una experiencia similar y por ello no debes tener demasiadas expectativas de cara al parto.
Coger peso en el embarazo es totalmente normal y si has cogido más de lo que esperabas solo tienes que dejar que pase el tiempo para volver a ponerte en forma. Durante los meses en los que tu cuerpo da cabida al que será tu hijo, tu cuerpo se transforma completamente. Pero lo hace de la forma más mágica, porque los cambios son los que el cuerpo necesita para que el bebé crezca y se desarrolle antes de nacer.
Cuántos kilos se pueden perder en el parto
En el momento de dar a luz puedes llegar con bastantes kilos de más. Si has seguido los consejos de la matrona y has podido controlar el aumento de peso, es probable que llegues con unos 10 kilos más. Aunque es muy normal llegar con mucho más peso, porque la mayoría de las mujeres tiene problemas para controlar la subida de peso en el embarazo.
A los kilos de más hay que restar lo que pesa el propio bebé, el mayor tamaño del útero, el líquido amniótico, la pérdida de sangre, en definitiva, todo lo que el cuerpo cambia para dar cabida al desarrollo y el crecimiento del bebé en el útero. Todo esto puede sumar una media de entre 5 y 7 kilos que es lo que se suele perder en el parto. No obstante, esto dependerá del peso que hayas cogido en el embarazo, de tu propia constitución y de otros factores.
Para perder el peso cogido en el embarazo es muy importante dejar que pase el tiempo, porque hasta después del puerperio tu cuerpo a nivel interno no estará preparado para ponerse a trabajar como antes. Lo que sí puedes hacer es seguir una alimentación variada, equilibrada y saludable. Una vez que el médico te indique que ya puedes hacer ejercicio, podrás volver a trabajar tu físico para recuperar tu forma por completo.