El cuello del útero es la parte del útero que más cerca se encuentra de la vagina, es decir, el final del útero que conecta con la zona superior de la vagina. Esta zona está llena de células que están en constante cambio, por lo que es muy importante seguir revisiones ginecológicas periódicas para observar los posibles cambios existentes en el cuello del útero.
Si no se controla de forma correcta, estos cambios celulares pueden dar lugar a diversos problemas como la displasia, que incluso podría llegar a convertirse en cáncer. A través de pruebas ginecológicas básicas es posible advertir los cambios celulares del cuello del útero. En este caso, la displasia podrá tratarse a tiempo y evitar así otros problemas de salud más importantes.
Funciones del cuello del útero
El cuello del útero tiene una función muy importante en el embarazo y en el parto. Los músculos de esta zona son los que se encargan de sostener al feto en el interior del útero. Posteriormente, será el canal por el que pasará el bebé para llegar al mundo. Se trata de una estructura muscular y celular fundamental en el cuerpo de la mujer, ya que además de tener funciones esenciales en todo el proceso del embarazo, el cuello del útero cumple otras funciones esenciales.
Esta zona que es la parte final del útero, conecta con la parte superior de la vagina y sirve de conducto para la circulación de algunos fluidos como la sangre de la menstruación. También es el canal por el que pasa el semen masculino hacia el útero, dando lugar a que el espermatozoide pueda fecundar el óvulo de la mujer y dar así lugar al embarazo.
Características
El cuello del útero tiene una característica forma circular, en la parte más baja conecta con la zona superior de la vagina y en la parte superior, conecta con el útero a través de una especie de tubo. El tamaño del cuello del útero, así como su forma, pueden variar en función de factores como la edad, los cambios hormonales o los partos que haya tenido la mujer.
Se trata de una estructura fibromuscular, que se divide en dos partes:
- El endocérvix: que es la parte del cuello del útero que más cerca se encuentra del propio útero.
- El exocérvix: que es la zona que se encuentra pegada a la parte superior de la vagina.
El cuello del útero está cubierto principalmente por dos tipos de células. Por una parte están las células escamosas, que son las que se encuentran en el exocérvix. Por el contrario, las células que cubren el endocérvix son las llamadas células glandulares. Las células que forman el cuello del útero están en constante cambio, como consecuencia de las diferentes etapas hormonales y físicas por las que pasa la mujer a lo largo de su vida.
Sin embargo, alguno de estos cambios pueden ser la consecuencia de problemas de salud importantes, como la ya mencionada displasia o el cáncer de útero. Las células del cuello del útero se van aplanando a medida que van creciendo, y forman una capa protectora. En algunas ocasiones, esas células pueden crecer de forma anormal, dando lugar a lo que se conoce como displasia.
Si este problema no se trata a tiempo, esas células anormales pueden desplazarse hasta las zonas más internas del útero. Algo muy peligroso ya que podría producirse un cáncer como consecuencia. Pero no solo eso, si las células anómalas del cuello del útero se convierten en cancerosas, estas podrían desplazarse a otras zonas del organismo, dando lugar a una peligrosa metástasis
Acude regularmente al ginecólogo
Es muy importante que te realices revisiones con el ginecólogo regularmente, ya que es la única manera de comprobar que todo está correcto. Si se produce algún cambio en tus órganos reproductores, las consecuencias pueden ser realmente graves, pasando por el cáncer o por una infertilidad. Trastornos que en muchos casos, podrían evitarse si se detectasen a tiempo, ya que se podría aplicar el tratamiento necesario. Por lo tanto no lo olvides, la salud es mucho más importante que el pudor o la pereza.