Los cuentos infantiles clásicos siempre son uno de los mejores recursos para tener en casa y para compartir con nuestros peques. Porque si bien que nosotros ya crecimos con ellos, qué mejor que seguir una tradición tan bonita como esta. Además, muchos de ellos son realmente cortos y esto hace que todavía nos gusten un poco más.
Porque las historias clásicas, de ayer, hoy y siempre no tienen fecha de caducidad y por eso, necesitas tenerlos siempre contigo. Es una manera de aprender numerosos valores, de aumentar la creatividad y la imaginación pero también de poder expresarse como quieren. Mundos llenos de fantasía que harán las delicias de todas las edades. ¿Cuántos de estos te suenan?
Los 3 cerditos: uno de los cuentos infantiles clásicos
Te sabes la historia al dedillo. Tres cerditos que deciden construir sus casas por temor al lobo que está al llegar. Pero uno de ellos era un poco vago y simplemente la hizo de paja, el segundo de madera y el tercero se tomó más molestias y la hizo de ladrillo. A la llegada del lobo, las dos primeras casas fueron fáciles de derribar pero no tanto la tercera. Nos enseña el resultado de un trabajo duro, de enfrentar los desafíos y nos habla de la responsabilidad así como del esfuerzo.
Caperucita Roja
Uno de los cuentos más leídos y no es de extrañar. También aparece el lobo como el personaje malo que quiere dañar a Caperucita cuando esta iba por el bosque. Pero además de la aventura que vive la niña, el cuento nos deja enseñanzas como que no hay que fiarse de los desconocidos ni tampoco de las apariencias. Tampoco hay que dar datos a personas que no conocemos y como no, siempre hay que obedecer a los padres.
La Cenicienta
Cuenta con un sinfín de adaptaciones tanto en dibujos animados como en películas llevadas al cine e incluso en series. La Cenicienta nos habla de una joven que se queda sin madre y su padre se casa por segunda vez. Ahí conoce a la que será su madrastra y sus dos hermanastras. Pasado el tiempo se convierte en una sirviente para todas ellas, hasta que tiene una gran ayuda de su hada madrina y de los animalitos del bosque para poder conquistar a su amor verdadero, El Príncipe. Nos enseña la humildad, la paciencia y hasta el perdón.
Aladino y la lámpara maravillosa
Aladino era un niño que vivía en la pobreza. Un día conoce a un hombre, que se hace pasar por su tío, y le pide que entre a una cueva y que recoja una bonita lámpara de ella. Pero a la salida, el mago quería engañarlo y Aladino se da cuenta así que lo encierra en la cueva. Con la lámpara en sus manos, aparece el genio quien le otorgará los tres deseos que quiera. Así que nos habla de la inmadurez pero también de la prudencia y de la justicia.
Pinocho
Otro de los grandes cuentos infantiles clásicos por excelencia. Geppetto estaba decidido a realizar una marioneta, así que un carpintero que había encontrado un extraño tronco, se lo dio para dicha finalidad. El hombre lo comenzó a tallar, a pesar de que se dio cuenta de que la madera hablaba. Lo convirtió en Pinocho aunque su infancia no fue la esperada. De manera que un cuento como este nos enseña a seguir los consejos de los mayores y a decir siempre la verdad, consiguiendo tener más confianza. Además, algunos sueños sí que se pueden convertir en realidad solo con ser insistentes.
Peter Pan
Ese niño grande del País de Nunca Jamás también se ha convertido en otro de los grandes clásicos a tener en cuenta. Las aventuras estaban a la orden del día junto a Campanilla, que era la hada amiga de Peter. Pero de todas esas aventuras y de todo lo que nos dice un cuento como este, nos quedamos con que nunca hay que dejar de soñar, porque esas ilusiones nos mantienen vivos y las metas también se consiguen. Además de mostrarnos valentía y que el amor de una madre es indiscutible.