¡Cuidado con las técnicas para que los bebés aprendan a dormir!

técnicas para que los bebés aprendan a dormir

El sueño es un proceso evolutivo, es decir que los niños acaban durmiendo del tirón aunque tarden unos añitos, y además irán adquiriendo y perfeccionando fases del sueño, hasta que su ídem sea parecido al de los adultos (con excepción del número de horas necesarias para dormir).

Por mucho que os digan, un bebé sabe comer, respirar dormir o realizar otras funciones biológicas, no hay que enseñarles; por esa razón no creo en los métodos para que los niños aprendan a dormir, en mi opinión, todo es mucho más sencillo. Por eso me ha sorprendido (y me ha indignado) una técnica utilizada en las delegaciones de la la clínica pediátrica Tribenca (Nueva York): ‘dejar a un bebé con hambre a las 19 horas en su habitación metido en la cuna…, y no regresar hasta ¡12 horas después!’; a pesar de su llanto prolongado.

Parece que fue el doctor Cohen (fundador de la clínica) el que empezó a promover tal consejo a padres ‘desesperados’ o desorientados por bebés que dormían poco tiempo para despertarse después, y así durante toda la noche… ¿os suena? Sin embargo en la actualidad, y con la clínica operando también en Nueva Jersey y los Ángeles, otros profesionales que allí trabajaban, aconsejan las mismas pautas.

Ante semejante barbaridad, me pregunto ¿hasta qué punto somos capaces de desoír nuestro instinto los padres? ¿en serio alguien puede pensar que someter a bebés a tales niveles de estrés pueda ser positivo?

En un principio, Cohen recomendaba la técnica con niños de tan sólo cuatro meses: los padres seguían las pautas y ‘entrenaban’ a los bebés, se lograr el preciado tesoro de dormir toda la noche… y en vista de que funcionaba, fue reduciendo la edad con la que someter a los pequeños a semejante tortura, actualmente se recomienda con niños de tan sólo dos meses.

El sueño de los bebés ¿es un problema para los padres?

Como he comentado más arriba, estamos hablando de una cuestión evolutiva, llegará un momento en que los niños dormirán, comerán solos, dejarán el pañal, se pondrán de pie… incluso si no mediamos nosotros, esa es la cuestión; con excepción de que existan ciertos trastornos. Pero la otra ‘cuestión’ relevante, es que hoy en día las familias nucleares, estamos ‘más solas que la una’: sin comunidades de apoyo, con la familia extensa lejos…, no es de extrañar que padres y madres que deben compatibilizar vida familiar con laboral estén agobiados y agotados, sin embargo ¿tienen la culpa los niños?

Es verdad, que dependiendo de dónde vivamos, y de otras cuestiones culturales, se establecen previamente algunas condiciones a las cuales nos adaptamos. En este sentido, debo recordar un post reciente de María José, que habla de rutinas, y de cómo al hacerlas predecibles, facilitamos el tránsito del niño entre el día y la noche.

Un bebé muy pequeño necesita comer frecuentemente (es una cuestión biológica), también necesita el contacto con sus padres, u otros adultos de referencia. Hoy en día se sabe mucho sobre el cerebro de los bebés, y sobre cómo afecta en él la separación – aunque sea por unas horas -; y lo hace negativamente. Esto lo digo porque tiene mucho sentido que se priorice el dormir muy cerca de los papis, a fin de que puede también comer y sentirse acompañado.

¡Cuidado con las técnicas para que los bebés aprendan a dormir!

Entrenando a los bebés

En mi opinión, eso es lo que buscan algunas técnicas que aseguran sirven para que los pequeños ‘aprendan a dormir’, sin embargo lo único que puede aprender un bebé abandonado a su suerte es a resignarse. Así que en realidad el resultado es más parecido a una domesticación, basada en las supuestas molestias asociadas a la crianza.

Desde la clínica Tribenca retan a los padres a ‘tener agallas’ para llevar a cabo la técnica propuesta, ¿agallas dicen?, es lo que se necesita hoy en día para llevar a cabo un estilo de crianza con respeto por las necesidades de los bebés. Pero es que esos niños serán adultos en el futuro, y una de las metas de los padres debería ser que se desarrollen saludablemente, no es sensato pues priorizar las necesidades de los mayores, sino – quizás – buscar un equilibrio.

No es cuestión de opiniones

¿O si? De los padres y madres que en algún momento han acudido a Tribenca, leeremos vivencias favorables, y otras no tanto, incluso progenitores que pasado el tiempo se arrepienten. Cuando se relatan experiencias, suele ser desde el punto de vista del adulto, no le preguntes a un niño de seis años si le fue mal que le abandonaran 12 horas en la habitación, no lo recordará, pero la huella quizás permanezca en su cerebro.


Tampoco es cuestión de tener o no la valentía de adoptar tales recomendaciones: hablamos de seres muy vulnerables que están indefensos ante estas situaciones límite. Si el problema está en que los Estados no facilitan la conciliación familiar, o en que los padres no entienden las renuncias necesarias cuando se tienen hijos, o en que no tenemos a casi nadie que nos eche una mano… no culpemos a los bebés por su llanto y por pedirnos lo que más necesitan.

Hablo desde una perspectiva que juega a mi favor: mis hijos hace tiempo que no son bebés…, pero lo han sido, y no de los que a los pocos meses dormían del tirón. En esa época he trabajado fuera de casa, también he sido autónoma, me he dedicado sólo a ellos, etc.; y con mi pareja hemos compatibilizado la atención a los niños, porque siempre uno de los dos estaba presente. El tiempo pasa, y las malas noches quedan en el recuerdo, ahora que el mayor va de camino a la adolescencia, dudo que los despertares de aquel bebé sean peores que tener que ir a recogerlo cuando tenga 15 / 16 años, simplemente son etapas de la vida.

Jamás me hubiera planteado aplicar una técnica semejante, como no lo hice con otros métodos conocidos por todos. Si yo necesito atención y la demando, me gusta que me hagan caso, con más razón un bebé, porque además no cuenta con el poder de la palabra, el llanto es su manera de llamarnos la atención.


Deja tu comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

*

*

  1. Responsable de los datos: Miguel Ángel Gatón
  2. Finalidad de los datos: Controlar el SPAM, gestión de comentarios.
  3. Legitimación: Tu consentimiento
  4. Comunicación de los datos: No se comunicarán los datos a terceros salvo por obligación legal.
  5. Almacenamiento de los datos: Base de datos alojada en Occentus Networks (UE)
  6. Derechos: En cualquier momento puedes limitar, recuperar y borrar tu información.