Los preparativos para la llega del bebé suponen un gran trabajo para los futuros padres, sin olvidar el importante gasto económico que esto conlleva. Especialmente cuando los padres son primerizos, que se unen las ganas de colmar al futuro hijo de cosas, y la necesidad, puesto que no se tiene nada de utilidad para el bebé. Pero muchas de las cosas que se suelen adquirir para recibir al nuevo hijo, son básicamente innecesarias.
Es muy importante dedicar un tiempo a la planificación, de esta forma, podrás adquirir solamente aquello que sea realmente necesario. Ya que, durante muchos meses, tu hijo no utilizará muchas de las cosas que se suelen comercializar para los bebés. No necesitas hacer una inversión económica tan elevada de golpe, y así podrás reducir esos gastos que ya de por sí suelen ser bastante elevados.
¿Qué necesita un bebé recién nacido?
En realidad, las cosas que necesita un recién nacido durante sus primeros días de vida, son muy pocas. Lo único que tu hijo necesita es a ti, a su madre, sus brazos, su pecho y encontrar en sus brazos la calma que tanto le gustaba mientras que estaba en tu vientre.
No obstante, existen algunas cosas que pueden ser necesarias para la comodidad del pequeño, como:
- biberones en caso de que elijas la lactancia artificial o la lactancia materna mixta
- un esterilizador para tener las tetinas de los biberones así como el resto de componentes en perfectas condiciones
- una bañera adecuada y adaptada para la comodidad de el recién nacido
- o algunos productos de cuidado personal específicos para bebés, ya que es muy importante proteger al máximo su delicada piel
¿Tengo que comprar una cuna?
En cuanto a los muebles del cuarto del bebé y otro tipo de elementos que a veces se adquieren de forma precipitada, es importante que antes de lanzarte a la compra pienses bien en la necesidad real de dicho mueble.
La cuna es un elemento indispensable para garantizar el descanso de tu bebé. El recién nacido pasa la mayor parte de las horas del día durmiendo, por lo que necesita un espacio cómodo y adecuado para que ese descanso sea reparador y reconfortante.
A la hora de elegir la cuna, tienes que tener en cuenta factores como el espacio, los materiales o la forma en que la vas a utilizar. Por ejemplo, muchas cunas están preparadas para colocarse de diferentes formas, para que se puedan adaptar al crecimiento y las necesidades del bebé.
Y la cómoda ¿es imprescindible?
Como ya hemos visto, la cuna es un elemento necesario para el bebé desde su primer día de vida. Ahora bien ¿realmente tu hijo necesita tener una cómoda? No, no la necesita para sus cuidados, ni la necesita para descansar, ni para ninguna otra utilidad.
No obstante, si elijes una cómoda multifuncional, es posible que te ayude a ti misma a la hora de cuidar de tu hijo. Por ejemplo, muchas cómodas incorporan en la superficie una zona para cambiar al pequeño. En este caso, el mueble se convierte en un elemento de gran utilidad. El cambiador te permite cambiar los pañales a tu bebé de una forma muy cómoda, ya que te permite realizar esta función sin tener que forzar la postura de tu espalda.
Por lo tanto, aunque la cómoda no sea un mueble imprescindible para el bebé, si lo adaptas como cambiador puede ser resultar fundamental para las personas que cuidan del bebé cada día. Recuerda que tu espalda va a soportar un fuerte impacto durante muchos meses, es muy posible que tu bebé solo quiera estar en brazos y que tengas que cargarlo en pie durante mucho tiempo.
Evita el sobre esfuerzo para proteger tu cuerpo, siempre puedes colocar a tu bebé sobre la cama para cambiarle los pañales, ponerle y quitarle su ropa cada día o arreglarle después de cada baño. Pero en este caso, tu cuerpo sufrirá las consecuencias de una mala postura de forma continuada.