
El tío puede compartir aventuras con sus sobrinos, contar historias que haya vivido con sus padres, enseñarles la parte divertida de las cosas, y guiarles para que se sientan protegidos.
Los tíos desempeñan un papel fundamental en la vida de los niños. Vamos a conocer cómo influyen en ellos.
Los niños en la familia
Los niños necesitan referentes, personas a su alrededor que les aporten, les enseñen, eduquen, aconsejen y acompañen por la vida. Los tíos son personas muy allegadas a ellos y llegan a ser unos fieles confidentes. El tío conoce perfectamente a sus progenitores, con lo cual o lleva a cabo las normas que dictan, o puede ser menos severo en diversas circunstancias.
El tío puede compartir aventuras, contar historias que haya vivido con sus padres, enseñarle la parte divertida de las cosas, y guiarle para que se sienta protegido. El tío no debe ser un amigo, pero sí mostrarle que estará ahí frente a los problemas que se le presenten. Por ello para el niño puede ser su héroe por tanta dedicación. En ocasiones se convertirá en la vía de escape del niño cuando no se encuentra cómodo con sus padres.
La complicidad entre tíos y sobrinos
El niño es para el tío casi un hijo, y en él vuelca sus esfuerzos e ilusiones. El tiempo que comparten juntos, les añade seguridad personal a ambos.
El cariño, la complicidad, el estar a gusto con alguien, se logra con el contacto y la vivencia común de momentos que marquen el día a día. Los tíos causan admiración, respeto y cercanía en los niños. La figura del tío es alguien a quien acudir cuando se necesita asesoramiento, ayuda o afecto, o para hacer preguntas que causan pudor con los padres.
El tío da esos momentos de diversión que en ocasiones no da el padre, bien por falta de tiempo debido al trabajo, por cansancio… El tío es un segundo o tercer padre junto con el abuelo, y logra provocar en el niño sentimientos de calma y libertad para ser él mismo. En ocasiones la distancia resulta un obstáculo para compartir más momentos, sin embargo la preocupación y contacto pueden notarse igualmente con llamadas y visitas.
¿Qué aportan los sobrinos a los tíos?
Los tíos se preocupan de los sobrinos desde que son pequeños, les regalan momentos y cuidados. No obstante, el sobrino da también mucho al tío. Su relación, bien aprovechada, añade calidad en el desarrollo personal de ambos. La personalidad del niño se define, y el adulto logra ver cosas que solo un niño con un vínculo tan próximo a él logra. El niño es para el tío casi un hijo, y en él vuelca sus esfuerzos e ilusiones.
Un tío, en el caso de que aún no sea padre, puede llegar a sentir ese amor tan incondicional y sincero que le aporta el sobrino. El niño ve a su tío vinculado con su padre o madre. En muchas ocasiones incluso el parecido físico, la forma de actuar, o el tono de voz, le recuerdan a él. En esta relación el niño se siente cómodo y el tío apreciado por ser quien es y por lo que hace.
La versión menos estricta de los padres: los tíos
En ocasiones los tíos se convertirán en la vía de escape del niño cuando no se encuentra cómodo con sus padres.
El niño da alegría a los tíos, les hace suponer cómo será su posible futura paternidad o maternidad. Aprenden unos de los otros, se apoyan y consiguen mejoras en la relación con el padre, y que llegue a valorar más su labor. Gracias al niño las visitas familiares se incrementan, y hay más fiestas y conversaciones. El tío puede disfrutar del niño sin tantas obligaciones o responsabilidades, eso es tarea de los padres.
El adulto que puede tener relación con un niño vive situaciones incomparables, cargadas de risas y poco estrés. El sobrino es el ojito derecho del tío y por él hará cosas insospechadas, como guardar algún secreto que tenga que ver con una travesura o un deseo inconfesable para los padres. Ese tipo de confesiones y charlas les hará ser poseedores de algo suyo único. El sobrino agota pero no lo suficiente, y los instantes de verse son para disfrutar y compartir.