Hoy se celebra el día internacional de la Lengua de Signos, pero durante toda la semana que se están haciendo distintas actividades que visibilicen a las personas sordas y su forma de comunicación. Todos los días son buenos para reivindicar el derecho de las personas sordas a comunicarse, y esto incluye la posibilidad de hacerlo en los espacios educativos.
Hace más de cinco años que se publicó un Real Decreto en el que se incluía en los currículos de ESO y Bachillerato la posibilidad de que los centros escolares ofrezcan la asignatura de Lengua de Signos Española o braille u otras materias relacionadas con la comunicación e integración de las personas con discapacidad, ¿pero, cuántos de ellos lo han integrado?
LSE como lengua de inclusión en las aulas
La Confederación Estatal de Personas Sordas (CNSE) aplaudió en su momento la iniciativa del ministerio para incluir en los currículos en la ESO y Bachiller. Esta era una antigua reivindicación de la organización, que se ha visto respondida en el papel, pero pocos son los institutos públicos y, o, concertados, que la han implantado. Sin embargo, como lengua reconocida legalmente sí debe estar presente en la oferta educativa de los centros docentes.
En madreshoy tomamos como ejemplo la Asociación de Nais e Pais de Nenos Xordos de Galicia (Anpanxoga) que exige una educación bilingüe en lenguas de signos y orales. En esta asociación han puesto el foco en el plurilingüismo. Hablan de una equiparación entre el inglés y la lengua de signos, en particular porque estos niños y niñas tienen una necesidades adicionales, que no se están viendo atendidas. Los miembros de la asociación reclaman apoyo para que esta privación comunicativa y emocional de los niños desaparezca.
Desde la Confederación Española de Familias de Personas Sordas concluyen que es muy importante la educación inclusiva. Pero debe haber un verdadero compromiso de todo el sistema educativo para dotar de los recursos que se necesita. Si se quiere avanzar como sociedad hay que conseguir que todas las personas avancen y la base es la educación.
Ventajas de aprender Lengua de Signos en las escuelas
No solo para los niños y niñas sordas aprender la Lengua de Signos tiene ventajas. Para cualquier persona y más siendo niño, es interesante, comunicarse con los otros, saber cuáles son sus inquietudes, preocupaciones, pensamientos y sentimientos usando las manos. Recordemos que la lengua de signos se concibe como un elemento de cohesión y adaptación creativa.
Los niños y niñas que conocen la lengua de signos tienen una mejor autoestima, se sienten más seguros y felices. Es importante el acceso a la LSE de niños oyentes, para una auténtica integración. El hecho de que los peques oyentes puedan estudiar lengua de signos en la escuela permite que mejoren sus habilidades sociales. Se comunican cos niños sordos sin dificultad, lo que les anima a hacer nuevos amigos.
Numerosos estudios afirman que conocer la lengua de signos potencia la inteligencia, al aumentar la masa cerebral. Se estimula el funcionamiento de los dos hemisferios cerebrales, el derecho se relaciona con los signos, el izquierdo se centra en las palabras, lo que supone una combinación perfecta.
Modelos educativos para niños sordos
Según el Instituto Nacional de Estadística, apenas unas 13.300 personas sordas (se cuentan los adultos) son signantes. Con los programas de detección precoz, los avances tecnológicos en las prótesis auditivas y los tratamientos innovadores muchos niños sordos han podido acceder al lenguaje oral.
Esto lleva a muchos padres a decidir entre dos modelos para educar a sus hijos: las terapias auditivo-verbales, dirigidas a mejorar la comunicación oral y las habilidades auditivas aprovechando la plasticidad del cerebro en las primeras etapas de la vida; o el bilingüismo, esto es, la exposición simultánea a las lenguas de signos, de percepción visual, y la lengua oral.
De momento, la comunidad científica no se ha decantado de forma definitiva por ninguna opción. En cualquier caso, para potenciar la lengua de signos debe ser incluida de forma efectiva en las asignaturas de nuestros colegios e institutos.