Las habitaciones de bebé han evolucionado mucho a lo largo de los tiempos. La decoración de la habitación de un bebé han ido desde los clásicos azul y rosa de antaño, hasta la evolución a pigmentos más neutros en la actualidad. Estos tonos neutros poseen efecto calmante o relajante, y son fáciles de mantener sin necesidad de redecorar cada pocos años, porque no pasan de moda. Lo mismo ocurre con el mobiliario, hay que invertir en muebles que se puedan seguir utilizando cuando el niño o la niña sea más mayor.
Vamos a ver algunas ideas para decorar la habitación del bebé que pueden servir de guía para padres primerizos y no tan primerizos. Ante todo, no olvides añadir detalles personalizados y personales para que el nuevo espacio de tu casa sea tan único como la nueva vida que vas a comenzar.
¿Cómo puedo decorar la habitación de mi bebé?
Elige primero los textiles para comenzar a decorar
Puede ser una tentación comenzar a pensar en la decoración de las paredes o en qué cuna vas a comprar, pero realmente el eje principal de toda decoración de una habitación son sus telas. Si te atrae un tejido, puede resultar difícil adaptarlo a tu habitación si has tomado decisiones previas. Por este motivo, te aconsejamos escoger primer los juegos de sábanas, tipo de cortinas, cojines, etc., antes de meterte de ello en el resto de elementos decorativos.
Los tejidos juegan un papel importante en el cuarto de tu bebé porque en ese dormitorio siempre tendrás un sillón o sofá en el que amamantar o, simplemente, descansar con tu hijo o hija en brazos. Este sillón o butaca es un imprescindible en el cuarto de tu pequeño o pequeña. Esto significa que habrá al menos un mueble tapizado de tamaño considerable en la habitación, que junto con las cortinas y la ropa de cama, hace del textil el elemento central de la decoración. A partir de estos elementos saldrá la paleta de colores predominante.
A la hora de elegir tejidos, lo principal que debes mirar es que tengan buena absorbencia, ya que los bebés pueden vomitar, o pueden tener escapes en los pañales. Por tanto, escoge un tejido que sea absorbente y que además sea fácil de lavar sin que pierda su bonito aspecto en pocos lavados. Lo ideal es que sea suave al tacto para evitar rozaduras, y la vista. Es decir, una mezcla de algodón y lino de tonos pasteles puede ser lo más adecuado.
Piensa en una temática para decorar la habitación de mi bebé
Las ideas de decoración para la habitación del bebé normalmente giran entorno a un tema infantil central, que en general gira en torno a animales. Dinosaurios, unicornios, temas de safari o de corral, o un animal en concreto. Los animales divierten y alimentan la imaginación de los bebés, y a medida que crecen también os servirán como herramienta para contarles historias y jugar con ellos. Pero también puedes escoger temáticas campestres, marítimas, de flora diversa… Vuestros gustos favoritos que queráis transmitir al bebé.
No queremos decir que tengas que empapelar la pared con el motivo escogido, comprar ropa para la cuna, alfombras y demás accesorios todo con lo mismo. Esta forma tan abigarrada es muy común, pero si reduces los elementos decorativos, el ambiente se sentirá mucho más equilibrado, menos llamativo y mucho más elegante.
Otros temas también recurrentes suelen centrarse en un color o motivos decorativos de diseño especial, a juego con el resto de estancias del hogar. Una habitación centrada en los colores pastel, o con elementos de inspiración geométrica o cenefas artísticas también darán un carácter especial a la habitación de tu pequeño o pequeña.
La importancia de la comodidad para decorar la habitación de mi bebé
La comodidad es fundamental para la habitación de un recién nacido, y debe tenerse en cuenta a la hora de pensar en la decoración de la habitación de un bebé. Las madres suelen concentrarse en la cuna, que es sn duda el mueble más importante de la habitación. Pero tu bebé no es la única persona que utilizará ese cuarto diariamente. La comodidad es crucial, pero hay que buscar en un tipo de comodidad diferente a antes de convertirte en madre. El sillón de la habitación del bebé debe proporcionarte suavidad y apoyo adecuado, porque si le das el pecho pasarás varias horas de la noche ahí sentada. Una mecedora antigua puede tener su encanto visual, pero puede no ser todo lo práctica y cómoda que necesites en realidad.
Otro factor de comodidad es el orden. Los bebés vienen con todo tipo de parafernalia que pide ser guardada en lugares adecuados. Existen cunas con cajones en donde guardar y almacenar ropita, tanto de la misma cuna como del bebé. Ocupa el espacio disponible con una cómoda y estanterías que te permitan tener las cosas a mano pero ordenadas. Un espacio limpio y libre de acumulaciones de juguetes o ropa es un espacio mucho más acogedor.
A la hora de escoger los muebles, piensa que su diseño también es importante. Los diseños con arcos, curvas suaves y piezas ligeramente cóncavas ayudarán a que una habitación se perciba más grande de lo que es. Este diseño además evitará riesgos innecesarios cuando el bebé comience a moverse con más autonomía ya que serán menos peligrosos ante posibles caídas que los muebles de líneas rectas.