A partir de los 6 meses nuestro bebé ya se sentará para comer sólidos. Por eso podemos decir que comienza una nueva etapa, con nuevos caminos que trazar y uno de ellos irá siempre de la mano al aprendizaje. De ahí que, aunque la leche seguirá formando parte de su día a día, el agua también. Así que es importante que la descubran en los vasos para bebés de aprendizaje.
Es una manera de que ellos mismos puedan sujetarlos y tomar el agua. Pero claro, para que suceda debemos ir introduciéndolos poco a poco y además, no sirve cualquier tipo de vaso sino que hay una selección de vasos para bebés que son perfectos para este momento. Necesitas descubrir todo ello y más.
Las ventajas de los vasos para bebés
Poco a poco los bebés comienzan a ser de lo más curiosos. Por eso, seguro que cuando les demos uno de los vasos para bebés, inmediatamente jugarán con él. Aunque nuestro fin es que aprendan a usarlo de la manera correcta: ¡Paciencia! Porque tienen numerosas ventajas que debes conocer cuanto antes:
- Es una manera de que desarrollen partes de su musculatura, sobre todo de la zona del rostro.
- Además, tendrán un mejor control de movimientos y coordinación, que poco a poco irán mejorando.
- Al poder fortalecer los músculos de la mandíbula esto se traduce en que también van a tragar y masticar mucho mejor.
- Tomarán la cantidad de agua necesaria, pero sin pasarse. Porque este tipo de vasos no se derraman ni echan demasiada cantidad de líquido.
- Es beneficioso a partir de los 6 meses de edad.
- Se trata de un vaso de transición para cuando queramos dejar de lado el biberón.
Cuándo debemos comenzar a usarlos
Ya hemos visto que la mejor opción es a partir de los 6 meses, cuando ya se sientan y comienzan con los sólidos. Será ahí, en las comidas principales que les vayamos a ofrecer un poco de agua. De manera que al principio jugará más que otra cosa, pero poco a poco sí que le llamará la atención e irá a beber con frecuencia. Además, puede ser una de las mejores soluciones para que, cuando llegue al año, se le vaya quitando el biberón. Es decir que este tipo de vasos no solo son perfectos para el agua sino que también puedes darle leche en ellos.
Cómo integrarlos poco a poco
A veces puede ser algo muy sencillo pero otras, no tanto. Ya sabemos que cada bebé tiene su propio ritmo y por eso debemos contar con un poco de paciencia extra, que nunca viene nada mal. Tal y como comentamos, lo mejor es hacerlo poco a poco. Primero podemos ser nosotros quienes sujeten los vasos y les ofrezcamos al igual que lo hacemos con la comida. Pero luego, cuando veamos que están un poco más receptivos, los dejaremos cerca de ellos y seguro que les llamarán la atención e irán a buscarlos.
Es ahí cuando tendremos que ayudarles de nuevo para que descubran cómo se sujetan y cómo se bebe. Pero este paso ya suele ser más sencillo. Si cada día, desde los 6 meses le vas integrando el vaso, verás como en poco tiempo ya es capaz de beber por sí solo. Simplemente se trata de un trabajo de constancia. Recuerda que nunca debemos obligarlos y que además, debemos tener en cuenta que los peques están preparados para dar el paso.
Tipos de vasos para bebés
Los vasos con asas con una de las mejores opciones en cuanto a vasos para entrenamiento. De todos ellos destacamos a Munchkin quien tiene opciones a todo color y además, con dibujos animados. Claro que para ese momento de adaptación, siempre puedes tener en cuenta este tipo de vasos que tienen el acabado del biberón, aunque también con dos asas para que puedan sujetarlo sin problema, como sucede con el NUK.
Tampoco nos podemos olvidar de los vasos que cuentan con una cañita o pajita, ya que también les facilitará mucho el trabajo. Es un vaso anti-derrame que también se convierte en muy práctico.