Tras la ilusión de las Navidades y los Reyes Magos, es probable que tus hijos se hayan juntado con un montón de regalos y que tu casa parezca la sección de juguetes de un Centro comercial. Hoy en día los niños suelen recibir regalos en Navidad y en Reyes. Además, es habitual que tanto familiares como amigos quieran regalar algo a los peques de la casa ya que sus caritas de ilusión no tienen precio.
No pasa nada, los juguetes son beneficiosos para el entretenimiento, desarrollo y aprendizaje de nuestros hijos. El problema llega cuando la montaña de juguetes es cada vez más alta y, los niños, en lugar de sentirse ilusionados, terminan por abrumarse y estresarse entre tantos regalos. Es lo que los expertos denominan » El Síndrome del Niño Hiperregalado». El niño, ante tal magnitud de obsequios, termina por pasar de uno a otro, sin concentrarse ni jugar realmente a nada. Esto, además de favorecer la falta de concentración, de imaginación y el aburrimiento, hace que nuestros hijos no aprendan a valorar lo que tienen pudiendo llegar a volverse caprichosos e insaciables al conseguir las cosas sin esfuerzo.
Por supuesto, nuestros hijos no tienen la culpa. Somos los adultos quienes debemos gestionar tanto la cantidad como la calidad de los regalos que reciben. Por eso, desde Madres hoy, te damos algunas ideas para que tus hijos disfruten de sus regalos y a la vez aprendan a valorarlos.
¿Qué podemos hacer si tenemos demasiados juguetes tras las Navidades?.
Donar los juguetes que ya no se utilizan.
Este es un buen momento para animar a tu hijo a ser generoso y solidario. Si ya es mayorcito podéis hacer una selección de juguetes que estén en buenas condiciones pero que ya no utiliza y llevarlos a alguna ONG, hospital, colegio o incluso regalarlos a algún familiar o amigo. Lo importante es darles una segunda vida útil y que tus hijos tomen conciencia de que con muy poquito, se puede hacer muy felices a otras personas menos favorecidas.
Guardar y renovar.
Puedes hacer una selección de juguetes y guardar aquellos que no usen ya sea por que no son adecuados a su edad o porque se han aburrido de ellos. De este modo, tu casa quedará más despejada y podrás ir sacándolos a lo largo del año en función de la edad e intereses de los peques. Además, así siempre tendrán la ilusión de la novedad y no perderán interés por ellos tan rápido.
Compartir o intercambiar con los amigos.
Es muy frecuente que, a pesar de tener infinidad de juguetes, justo se les antoje el del amiguito. Puedes proponer a tus hijos hacer un mercadillo de juguetes en el que cada uno lleve aquello que no utiliza e intercambiarlos con los de sus amigos a modo de trueque. El cambio puede ser solo un préstamo temporal o definitivo, como ellos prefieran. De este modo pasarán un rato divertido a la vez que aprenden valores como la generosidad, el reciclaje y el desapego por las cosas materiales.
Jugar con los hijos.
A menudo, pensamos que colmando a nuestros hijos de regalos materiales, podemos suplir el poco tiempo que, por desgracia, tenemos para ellos. Es frecuente ver a niños con infinidad de regalos, pero tristes y aburridos ya que no tienen con quien compartir la novedad y la ilusión. Saca un rato para jugar con tus hijos, tírate al suelo con ellos y disfrutad de ese juguete tan chulo que le han traído los Reyes. De este modo, les ayudarás a concentrar su atención en el juego, a sentirse acompañados y evitarás el aburrimiento.
Estas son solo algunas ideas para que puedas gestionar el exceso de juguetes tras las fiestas navideñas, pero seguro a tí se te ocurren muchas más. Espero que te hayan servido de ayuda y sobre todo, que tanto tú como tus hijos, disfrutéis de muchos ratos de juego, diversión y risas.
A mí me gusta mucho por ejemplo enseñarle a mi regordete que coloque los juguetes en estanterías de forma muy montessori. tengo puestas dos estanterías a su altura para que pueda tenerlas al alcance y colocar los juguetes es parte de su juego.