El Día Mundial del Corazón vuelve a poner el foco en la principal causa de mortalidad global. La OMS sitúa el balance anual en torno a 17,9 millones de fallecimientos, mientras que en Europa las enfermedades cardiovasculares provocan cerca de 1,7 millones de muertes cada año, además de un enorme impacto en calidad de vida.
En el ámbito comunitario, la Comisión Europea calcula que estas patologías generan un coste cercano a 282.000 millones de euros entre gastos sanitarios y pérdidas de productividad. Con el lema «Mantén el ritmo», Bruselas refuerza su compromiso: ya destina más de 160 millones a proyectos y trabaja en un nuevo plan específico para la salud cardiovascular.
Un plan europeo para un corazón más protegido
La Comisión prepara un Plan Europeo de Salud Cardiovascular con un enfoque intersectorial que abarcará prevención, detección precoz y cribado, tratamiento, gestión y rehabilitación, con especial atención a la continuidad asistencial a lo largo de la vida.
El diseño del plan prevé aprovechar las oportunidades de la inteligencia artificial y las herramientas digitales para personalizar el cuidado, facilitar el seguimiento y mejorar la toma de decisiones clínicas, siempre con garantías de equidad y calidad.
Otro eje será cerrar brechas en investigación e innovación y reducir las desigualdades entre países y grupos poblacionales, incorporando la diversidad geográfica y socioeconómica en la respuesta sanitaria.
Para afinar las medidas, la Comisión está recabando aportaciones de pacientes, profesionales sanitarios, asociaciones, industria y ciudadanía, con la intención de presentarlo antes de que termine el año y acelerar su despliegue.
Iniciativas y actividades en España
Con la colaboración de ayuntamientos y entidades locales, Lebrija celebró una jornada de sensibilización con lectura de manifiesto, tabla de ejercicios al aire libre, reparto de agua y fruta, y una marcha por el centro urbano con participación de escolares y tejido asociativo. Al anochecer, varios edificios se iluminaron en rojo como gesto de apoyo a la campaña global.
- Prevención ante todo: hábitos saludables, actividad física adaptada y alimentación equilibrada, reduciendo tabaco y alcohol.
- Revisiones periódicas para detectar a tiempo factores de riesgo como hipertensión, colesterol o diabetes.
- Más recursos para rehabilitación cardíaca y apoyo a pacientes y familias, con espacios de encuentro y formación.
- Impulso a la investigación e innovación, clave para mejorar supervivencia y calidad de vida.
En Málaga, los hospitales públicos organizaron actividades centradas en la fibrilación auricular, con charlas sobre diagnóstico y manejo, y mesas informativas donde profesionales y asociaciones enseñaron a tomar el pulso para detectar arritmias. Además, un cuento interactivo de gran formato invitó a reflexionar sobre cómo los hábitos cotidianos influyen en la salud del corazón.
La World Heart Federation recuerda que hasta el 80% de infartos e ictus podrían evitarse con estilos de vida saludables y control de factores de riesgo, un mensaje que los centros malagueños trasladaron a pacientes, familias y profesionales.
En Cataluña, la Fundación CorAvant lanzó la campaña «Muévete por el corazón» (#moutepelcor) para promover cambios alcanzables en la rutina diaria. Los datos preocupan: dos de cada diez menores de 45 años y más de la mitad de las personas entre 45 y 64 presentan al menos un factor de riesgo cardiovascular.
- Dejar de fumar con apoyo profesional aumenta la probabilidad de éxito y reduce el riesgo desde el primer día.
- Comer mejor (más frutas, verduras, legumbres, pescado) y menos ultraprocesados mejora el perfil cardiometabólico.
- Moverse a diario: caminar, nadar, bailar o pedalear, ajustando el ejercicio a cada condición de salud.
- Descansar y gestionar el estrés, cuidando también la salud mental, es parte del cuidado cardiovascular.
- Revisiones periódicas de tensión, glucosa y lípidos ayudan a anticiparse a las complicaciones.
El Ayuntamiento de Telde se sumó a la efeméride con mensajes institucionales y acciones de concienciación, subrayando que la prevención es una responsabilidad compartida entre administraciones y ciudadanía.
Hábitos y cuidados para el día a día
Centros de investigación como el CNIC recuerdan que la ciencia avanza en detección, tratamiento y prevención, pero el resultado depende en gran medida de nuestras decisiones cotidianas y del seguimiento clínico.
La actividad física regular (al menos 150 minutos semanales de ejercicio moderado o 30 minutos al día) contribuye a reducir la hipertensión, la hiperglucemia y la obesidad, y mejora el bienestar emocional.
Evitar el tabaco y moderar al mínimo el alcohol se asocian a beneficios tempranos en el sistema cardiovascular; dejar de fumar disminuye el riesgo de forma apreciable desde las primeras 24 horas.
También conviene monitorizar factores de riesgo con revisiones periódicas (tensión, colesterol, glucosa), atender al sueño y al estrés, y consultar a profesionales para un plan personalizado.
Cifras y datos a tener en cuenta
A escala mundial, la OMS estima alrededor de 17,9 millones de muertes anuales por enfermedades cardiovasculares, y en la Unión Europea se registran aproximadamente 1,7 millones cada año.
El coste económico en Europa asciende a unos 282.000 millones de euros por año, entre atención sanitaria, cuidadores informales y pérdida de productividad, lo que refuerza la necesidad de actuar de forma coordinada.
La evidencia disponible indica que muchos eventos cardiovasculares son evitables con cambios de estilo de vida, cribado en atención primaria y acceso a rehabilitación cardíaca, especialmente en grupos de mayor riesgo.
Con iniciativas locales, nuevas herramientas tecnológicas y un plan europeo en marcha, la salud cardiovascular se sitúa como una prioridad compartida: información fiable, hábitos saludables y atención accesible marcan el camino para reducir la carga de estas enfermedades.
