Las parejas mixtas o interculturales no son ninguna novedad en la historia, pero sí es cierto que en este momento actual son más visibles. Si aún no has visto en youtube el vídeo El viaje del ADN te recomendamos que lo hagas, porque es una buena manera de descubrir que estamos mezclados desde hace cientos de años.
Unirse a una persona con una cultura diferente es a la vez un atractivo y un reto. Pero no queremos hablar de la pareja, sino de lo que significa la crianza de los hijos en común en las parejas interculturales. Esto si que puede llegar a ser difícil, sobre todo tratándose de culturas muy diferenciadas, y es que no es igual los hijos de franceses y españoles que los de alemanes y congoleños, por poner un ejemplo.
Crianza de los hijos en las parejas mixtas
Se considera parejas mixtas o interculturales las que están formadas por la unión entre individuos que pertenecen a contextos culturales, nacionales, y/o religiosos diferentes. También aquellas que tienen diferencias en los patrones de socialización, o en la concepción de la familia. O bien que pertenecen a distintos grupos sociales significativamente distintos, aunque tengan la misma nacionalidad.
A las decisiones cotidianas que hay que tomar durante la crianza de los hijos, las parejas mixtas afrontan otras cuestiones, como ¿en que creencia se criarán, en el caso de que los padres tengan religiones diferentes? ¿deben vivir o viajar un tiempo en la cultura de origen de uno de los progenitores? Y cosas así.
La recomendación de los profesionales respecto a la crianza de hijos birraciales o interculturales es que tiene que haber flexibilidad, y mucha negociación hasta llegar a acuerdos. Se trata de consolidar el nosotros, más allá de uno imponga al otro.
La convivencia siempre es un enriquecimiento, y más cuando se trata de diferentes percepciones de ver la vida. Este enriquecimiento se da desde el punto de vista intelectual y también psicológico y emocional. Está demostrado que los niños que crecen en el seno de una familia intercultural tienen una mayor amplitud de miras, su mundo es más grande y variado, y viven las diferentes visiones del mundo con más naturalidad. Los niños y niñas de parejas mixtas hablan diferentes idiomas, son multilinguales, lo que les ayuda a mantener un pensamiento más tolerante y creativo.
Algunas desventajas para los niños de familias mixtas
En general criarse en una pareja de diferente cultura tiene muchas ventajas para los hijos, pero no podemos olvidar el contexto y los prejuicios sociales que existen. Actualmente estamos muy acostumbrados a ver niños mestizos, pero para algunas personas y en muchos países esto es un fenómeno relativamente nuevo.
Si el niño o la niña tiene más rasgos de una raza que de otra, sobre todo si no es la dominante en el entorno social puede ser frustrante, o incluso recibir rechazo por ello. Esto es más latente en los primeros años, cuando la identidad del menor se está formando. Es cuando debe recibir todo el apoyo de su familia y explicarle por qué tienen más rasgos de una raza que de otra y, sobre todo, hacerle sentir aceptados. Lamentablemente hay culturas o familias donde la mezcla de razas es inaceptable.
Muchos niños de parejas interculturales tienen la sensación de no pertenencia, de ni identificarse ni con uno ni con otro. No se sienten identificados, al hablar de identidad nos referimos a un sentimiento de pertenencia. Esto sucede cuando el niño sólo conoce de oídas o en vídeo una de las culturas, pero no ha tenido la oportunidad de sumergirse en ella. Aunque también se puede crear el efecto contrario, que es que ante el desconocimiento se encumbre o mitifique esa identidad.
Inculca en tu hijo que no se sienta culpable porque no pertenece a una sola cultura. Al contrario hazle sentir orgulloso y orgullosa de tener mucha mezcla. ¡ah! Y no te quedes sin ver el vídeo del que te hablábamos al principio: El viaje del ADN, romperá muchas ideas preconcebidas.