Quizás el tema de este artículo pueda sorprenderte, y quizás desconozcas que la diversidad sexual ya se toca en muchos centros educativos dentro de la formación. En general los temas que se tratan son el sexismo, relacionado directamente con la intolerancia de género, las orientaciones sexuales, las identidades de género y las LGTBIfobias.
Las edades a las que se suele hablar de estos temas en el aula es desde 5º de primaria a bachillerato, aunque los profesores están o deben estar sensibilizados ya en infantil.
La diversidad sexual en los niños y niñas
Puede que tu hijo a los cuatro años, ya te haya dicho que le gusta un niño, o tu niña que le gusta una novia. No queremos entrar en polémicas sobre si se nace o se hace homosexual, pero sí que se plantee la cuestión porque es probable que tengas que afrontarla. Los niños y niñas a temprana edad no tienen una conducta sexual consciente, pero sí van manifestando sus preferencias.
Los psicólogos afirman que en un primer momento, aquellos niños cuando notan que tienen preferencias distintas a la mayoría, es negar esta diferencia. Algunos y algunas lo toman como una situación pasajera (y puede que sea así). El siguiente paso es dudar y a discutir consigo mismo acerca de su aceptación. Este es el momento esencial en el que la familia y su comportamiento de rechazo o aceptación es clave.
Si los niños y las niñas están siendo educados respetando y aceptando la diversidad sexual, y si los padres entienden y conocen esta realidad la sociedad compartirá y aceptará mejor, y con más respeto a aquellas personas que tienen una orientación sexual diferente a la heterosexual. La heterosexualidad es la tendencia mayoritaria, pero cerca de un 3 al 5% de la población mundial siente atracción por personas de su mismo sexo o hacia ambos sexos.
Transexualidad infantil, existe y hay que hablar de ello
Hay menores que, desde muy pequeños, manifiestan su disconformidad con el sexo al que pertenecen biológicamente, y la identidad sexual que siente. Es por tanto un proceso vital en el que el niño o la niña desea un cuerpo acorde con su identidad. Quiera ser aceptado como una persona del género al que siente pertenecer. Según los expertos, los signos suelen aparecer entre los 2 y 3 años de edad. Es a esa edad que niños y niñas comienzan a desarrollar su identidad.
Algunas de las señales más frecuentes que se dan son el rechazo hacia el género en el que es tratado. Manifiestan su disconformidad declarando directamente que son un niño o una niña, o adoptando un nombre femenino o masculino en sus juegos. En muchos casos insisten en ser llamados así. También es frecuente que se quieran vestir con ropas del género contrario.
Los niños y niñas transgénero no suelen encajar en grandes grupos, por lo que se produce el autoislamiento, o puede que se sienta mucho más cómodo con amistades del género con el que se siente identificado.
Con los niño/as y adolescentes transexuales, no hay un protocolo establecido. Hay quienes que necesitan un tratamiento hormonal para sentirse bien, pero también hay quienes no lo necesitan. Cada caso es el particular de la persona.
Consejos para familias y centros educativos
Es importante que los padres y hermanos de un niño o niña que manifiesta su diversidad sexual, y se siente atraído por personas del mismo sexo reciban esto con normalidad. Así el niño o la niña no sufrirá un rechazo en su círculo más cercano e importante. Además se sentirá reforzado frente a sus compañeros y compañeras y los profesores.
Es bueno ofrecerle referencias de personas con este tipo de inclinación sexual, para que no se sienta tan diferente. El centro educativo y los padres pueden contar con el apoyo de profesionales, pero no se trata de un problema del niño o la niña homosexual, o transgénero, sino de facilitarle su aceptación en una sociedad heterosexual mayoritaria.
En internet y en las bibliotecas ya encontrarás manuales que ayudan a tratar este tema complejo, según las edades de tus hijos e hijas.