Ya estamos en pleno verano y desgraciadamente son muchos los casos de ahogamientos infantiles, incluso en las piscinas de los propios hogares. Una piscina hinchable es más que suficiente para que ocurra la tragedia. Cuando un niño se baña es necesario estar todo el tiempo vigilante para prevenir las tragedias.
La Asociación Española de Pediatría (AEP) recuerda a los padres que solo se necesitan dos centímetros de agua y dos minutos para que un niño se ahogue. Puede ocurrir en una bañera, una piscina hinchable o cualquier lugar donde haya agua. Si la nariz y la boca quedan cubiertas de agua, puede ocurrir la tragedia.
La OMS apunta que nada menos de 150 muertes solo en España ocurren a causa de los ahogamientos. Ocurren 5.000 en Eurropa u nada menos que 388.000 en todo el mundo. Los ahogamientos son la segunda causa de mortalidad infantil en España (el primero son los accidentes de tráfico) y el tercer a nivel mundial. Estos datos son más que suficientes para que los padres extremen siempre las precauciones en cualquier lugar donde esté el elemento del agua: piscinas, playas, ríos, lagos, embalses… e incluso la bañera del hogar.
Los niños nunca deben estar sin la supervisión de un adulto mientras disfruten del baño en el agua. Incluso aunque los niños tengan cierta destreza dentro del agua, los adultos no tienen que perderles de vista ni un solo momento.
Algunas cosas a tener en cuenta para evitar estas tragedias son:
- No quitar nunca el ojo de encima de los niños mientras estén en el agua
- Apuntarles a clases de natación
- Vallar el perímetro de la piscina
- Evitar manguitos y flotares hinchables porque se pinchan muy fácilmente
- Usar mejor chalecos de agua, flotadores de poliestireno, bañadores con flotadores, cinturones de corcho, etc.
- No meter juguetes dentro del agua para que el niño no tenga la tentación de cogerlos
- Saber técnicas de reanimación