¡Hola, lectores! ¿Cómo estáis? No sé vosotros pero yo no dejo de leer la siguiente frase en foros educativos, artículos y redes sociales: » a los colegios únicamente se va a aprender matemáticas e inglés». Puedo llegar a comprender que ese comentario se llegara a decir hace veinte años cuando los centros educativos solo tenían en cuenta el desarrollo cognitivo de los estudiantes.
Pero, ¿cómo es posible que esa frase se vuelva a repetir en el año 2017 y no solo una vez? La verdad es que no tengo ni idea. Quizás la respuesta está en que nuestro sistema educativo sigue igual que años atrás. Todavía hoy, hay profesionales de la educación que introducir la educación emocional en las aulas es innecesario y que los centros educativos no deberían centrarse en eso.
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«La educación emocional se tiene que aprender en casa»
No, la educación emocional no solo se tiene que aprender en casa (al menos es mi opinión). Estoy de acuerdo en que los valores básicos se tienen que enseñar en el hogar pero los centros educativos deben reforzarlos y trabajar con las familias. Igual tendría que pasar con la educación emocional. Los padres deberían favorecer la expresión y el reconocimiento de las emociones en casa pero los colegios también.
Padres, maestros y profesores deberían ser emocionalmente inteligentes. Ambos van a pasar mucho tiempo con estudiantes e hijos y son un ejemplo para ellos. Todos deberían trabajar y luchar por una educación y desarrollo íntegro. Y dentro de ese desarrollo íntegro se encuentra también lo emocional y lo personal. Personalmente, creo que sería un error dejar apartada la educación emocional de las aulas.
«A los colegios únicamente se va a aprender matemáticas»
Sí, el desarrollo cognitivo es importante. Vale, aprender matemáticas e idiomas también lo es. Pero, ¿qué pasa con todo lo demás? Creo que aprender a ser solidario, tolerante, respetuoso, a debatir, a compartir opiniones, a colaborar… también es decisivo para el desarrollo íntegro de estudiantes e hijos. Todos esos conceptos de aprender a ser persona, aprender a convivir, enseñar a pensar… están el currículum, pero, ¿hay muchos centros que lo llevan a cabo?
Cada vez hay más centros educativos que optan por despegarse del mediocre sistema educativo que tenemos pero todavía queda mucho por hacer. Vamos, que es una carrera de fondo. A día de hoy, no son pocas las personas que piensan que se asiste a los colegios solo para que los alumnos se formen académicamente y no dan importancia a nada más. Su metodología se basa simplemente en desarrollar el lado cognitivo de los estudiantes. ¿Y qué pasa con la educación emocional? Quién sabe.
«Ahí te dejo a mi hijo. Encárgate tú de él»
Aunque os parezca mentira, esa frase la he escuchado en repetidas ocasiones. Por muy sorprendente que parezca, hay padres que no quieren encargarse de la educación de sus hijos. Creen de verdad que para eso están los educadores infantiles, los maestros y los profesores. Esperan de los docentes sean unos segundos padres para los alumnos mientras permanezcan en las aulas. Y eso es un grave error.
Estoy de acuerdo en que educadores, maestros y profesores refuercen los valores aprendidos en casa, den importancia a la educación emocional y que eduquen para la vida, pero no, no son unos segundos padres. La educación básica (y no me refiero a enseñar matemáticas ni inglés sino a los primeros valores y emociones) tiene que venir de casa y de la mano de las familias.
En cuestión de educación no vale girar la cara
Familia y centros educativos son dos fuentes de aprendizaje activo para hijos y estudiantes (ojo, no son los únicos escenarios en los que los niños pueden aprender). Por lo tanto, deberían trabajar unidos para que se diera un desarrollo íntegro. No, no vale girar la cara. Sí, la educación emocional y la educación para la vida deberían ocupar un lugar más importante en las aulas. Pero no toda la responsabilidad es de los colegios.
Familias y docentes deberían estar en sintonía. Deberían ser apoyo continuo entre ambos para conseguir entre todos la educación que tanto deseamos. No, no vale decir eso de «es que los profesores solo nos encargamos de impartir asignaturas» o eso otro de «tú eres su profesor, deberías encargarte de su educación». En casa se aprenden valores y se desarrolla la educación emocional pero en los centros educativos también. Al menos yo creo que debería ser así.
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