Educar la confianza como factor de prevención de abusos sexuales infantiles

Niña con osito de peluche

El dibujo de una niña con la boca tapada que tiene los ojos cerrados, alertó a la madre de una niña de 14 años. El significado fue revelado por la propia menor: durante 3 años, un adulto amigo de la familia abusó varias veces de ella, tenía entonces entre 8 y 11 años. Sucedió en Pamplona, cuando el agresor estuvo viviendo en el domicilio familiar de la niña, ya que era amigo de sus padres y estos le acogieron al no tener trabajo.

No puedo ni imaginar el horror que debió sufrir esta pequeña, que además se vería atrapada por el miedo, la culpa y el sentimiento de inferioridad respecto a una persona adulta. Suele ocurrir: las niñas y los niños no lo cuentan, en parte debido a que las creencias sociales les bloquean (crecen sintiéndose obligados a complacer y desarrollando diversos miedos que les transmitimos); pero también porque los abusadores son tan hábiles como para conseguir que guarden el terrible secreto.

El hombre la violaba aprovechando los 20 minutos en que el padre llevaba a la madre al trabajo, ejercía sobre ella abuso sexual son y sin acceso carnal, puesto que antes de la violación la obligaba a ver escenas pornográficas. Y aunque, ya habíamos definido aquí el abuso sexual infantil (ASI), más abajo detallaré las formas en las que se puede ejercer. Pero antes quería señalar brevemente cuáles son las características definitorias de los ASI:

  • Diferencia de poder (emocional o físico), debido a la posición jerárquica del abusador, que puede ser un familiar, profesor, vecino, o amigo de los padres (como ha sucedido en el caso que acabo de relatar.
  • Diferencia en la satisfacción de necesidades: ni que decir tiene, que los únicos impulsos sexuales que son complacidos en estos casos, son los del adulto.
  • Diferencia de conocimientos: que les permite manipular a los niños, y fomentar la “preservación” de secretos tan dañinos.

Dibujo de niña con la boca tapada

Comportamientos sexuales abusivos con niñas y niñas.

Según hemos leído, el hombre se llevaba a la pequeña a la habitación que le habían reservado, cerraba y la obligaba a ver porno, antes de violarla. Cuando, 3 años después de que acabaran los hechos, la madre lo ha descubierto, la niña se ha sincerado: “todos los días mamá, todos los días”. Imaginaros… tanto dolor, tanta frustración, tanta contención, tanta ocultación…
En esta página de la Fundación RANA, encontramos que ASI es “cualquier forma de contacto físico con o sin acceso carnal, impuesta a un niño o niña, realizado sin violencia o intimidación y sin consentimiento. Puede incluir varios comportamientos»:

Con contacto directo.

  • Tocar a un menor en los genitales, con la finalidad de obtener placer sexual.
  • Hacer que la niña o el niño toque los genitales del adulto que abusa.
  • Acariciar o besar con propósitos sexuales, siempre obteniendo placer, u obligar al menor a acariciar.
  • Introducir en la vagina, boca o ano de la víctima, objetos o partes del cuerpo (un dedo, el pene…).

Sin contacto directo.

  • Enseñar material pornográfico al menor..
  • Exhibir los genitales delante de él..
  • Pedir al niño o la niña que interactúan sexualmente con otro menor..
  • Seducir con propósitos sexuales, y a través de internet, a los niños.
  • Realizar fotografías del abusado en posiciones sexuales.
  • Forzar la exposición del menor a actos sexuales (obligarles a ver relaciones sexuales entre adultos).
  • Observar la desnudez de la niña / niño para obtener placer.
    • Niña dibujando

      Detectar los ASI a través de los dibujos.

      Aquí relatábamos los indicadores específicos e inespecíficos, y aprovechando esta entrada, he buscado información acerca del significado de los dibujos. Me gusta especialmente el libro “Los dibujos en el abuso sexual infantil”, de María Cecilia López y María Beatriz Muller.

      Cuentan que “a la hora de realizar el diagnóstico de un ASI, siempre se tendrá en cuenta toda una secuencia de dibujos realizados a lo largo del tiempo, sin perder de vista el resto de indicadores obtenidos por otras técnicas”. Lo común es centrar la mirada sobre indicadores expresivos y de contenidos, aunque también resulta práctico tener en cuenta los comentarios (aparentemente azarosos) que el niño verbaliza mientras dibuja. Es importante, prestar atención “no sólo a lo que el niño se empeña en realizar, sino también (y sobre todo) a lo que pretende evitar dibujar, o las partes del dibujo que tacha y vuelve a dibujar varias veces».

      Educar la confianza para prevenir los ASI.

      Introduzco por último, el concepto “educar la confianza” como factor de prevención, y para ello, os he puesto abajo de este párrafo un vídeo del TEDx, en el que Vicky Bernadet (superviviente de ASI y presidenta de la Fundación con su nombre), explica cómo lo podemos hacer: hablar sobre los secretos con el niño, empoderar y dar autonomía a los pequeños, y proporcionar espacios de comunicación abierta.


      Para prevenir, es necesario aumentar la conciencia social, y a tal efecto merece la pena saber que aunque no existen perfiles específicos de abusadores, en torno a un 80 % de las víctimas, han sido abusaras por personas de su entorno inmediato.

      Vía — La Sexta


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