Efecto Pigmalión en niños

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Cuando hablamos con los niños no nos damos cuenta del valor y el peso que tienen nuestras palabras en ellos. Hablamos como nos lo hicieron a nosotros o de una forma totalmente automática, sin cuestionarlo. Después de leer este artículo espero que reflexiones sobre la forma que tienes de hablarle y expresarte a tus hijos, cuanto os cuente el efecto Pigmalión en niños.

¿Qué es el efecto Pigmalión?

Pues el efecto Pigmalión hace referencia a la influencia que tienen los demás sobre nosotros a través de sus expectativas. Es decir, a través de nuestras expectativas y creencias podemos llegar a modificar el rendimiento de otras personas.

Su origen se remonta a la mitología griega, donde el Rey Pigmalión no encontraba a la mujer de su vida, ninguna era lo bastante perfecta. Cansado de buscar decidió hacer una escultura que mostrara a la mujer de sus sueños. La trabaja como a una mujer de verdad: la vestía, la abrazada, la besaba… La diosa Afrodita, diosa del amor, conmovida por esta historia decidió convertirla en una mujer de verdad. Así el Rey Pigmalión consiguió a la mujer de sus sueños.

¿Qué tiene de importante el efecto Pigmalión en niños?

Este efecto es muy importante en niños, se ha estudiado sobre todo en el área de educación, donde se ha constatado el efecto de las expectativas de los profesores en el resultado de los alumnos. Si nos sentimos valorados, recibimos unas expectativas positivas hacia nosotros, seremos más exitosos que si alguien no confía en nosotros, aunque la tarea sea la misma.

Los niños van formando su autoestima a través de las expectativas que los demás tienen de él. Si crees que suspenderá o que no podrá hacer algo, así será porque asumirá tus expectativas como la realidad.

Aplicación en las aulas

Uno de los estudios sobre el efecto Pigmalión se llevó en Estados Unidos. Se formaron dos grupos de estudiantes: uno de notas altas y otro con notas bajas. El estudio se efectuó con doble ciego: ni los estudiantes ni el profesor conocían la naturaleza del estudio para no influir en los resultados.

Se le facilitó al profesor resultados invertidos de ambos grupos, es decir que los resultados de notas altas fueron para el grupo de notas bajas y viceversa. Tras un tiempo se comprobó como el grupo con notas altas sufrieron una caída considerable y los que tenían notas bajas subieron de manera notable sus notas. El profesor de manera inconsciente influyó con sus expectativas sobre el rendimiento de sus estudiantes.

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Aplicación en casa

Si a un niño le dices constantemente que es malo, acabará siéndolo. Esa es la expectativa que tienes de él, y él asumirá que ese es su rol y se comportará como tal. Debemos analizar cual es el mensaje que le estamos mandando a nuestros hijos, que esperamos de ellos y que es lo que queremos transmitirles.

Por eso es tan importante que tanto padres como educadores seamos conscientes de las palabras que transmitimos a los niños y los gestos que las acompañan, para no cortar sus alas en su desarrollo. Debemos analizar cuales son las expectativas reales que tenemos sobre nuestros hijos, que esperamos de ellos, si deseamos que haga determinada actividad porque nosotros no pudimos hacerlo o si estamos viviendo a través de ellos.

Los niños no están aquí para satisfacer nuestras necesidades personales. Son personas únicas, con gustos, aptitudes, habilidades y metas que pueden ser distintas a las nuestras. Tendremos que hacer un gran trabajo interior para detectar la raíz de nuestras expectativas de la vida, del amor y de la familia. Muchas veces repetimos patrones sin dudar de ellos, es lo que nos enseñaron y así lo hacemos. Pero puede que estén afectando de manera negativa a algo tan importante como la autoestima de tu hijo, de su desarrollo emocional y de su éxito en la vida.


Deberemos generar expectativas positivas tanto hacia los demás como hacia nosotros mismos para tener una autoestima sana y aumentar nuestra autoconfianza.

Porque recuerda…el éxito o fracaso que tenga tu hijo dependerá en gran parte de lo que esperes de él.


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