Los efectos secundarios de la epidural pueden ser presentes o no tras tu parto. Si bien no podemos generalizar porque cada mujer es todo un mundo, tampoco está de más el conocerlo para saber un poco más y mejor que si los sentimos es algo totalmente natural. Aunque las enfermeras y todo el equipo médico estarán siempre a tu lado para recordártelo.
Aunque la epidural ayuda a bloquear el dolor, aún así es cierto que son muchas personas las que le tienen un gran miedo. Algo también habitual porque es un momento lleno de dudas y temores. Por eso, siempre se aconseja que preguntes todo lo que te inquieta antes de la intervención. Es muy habitual en el parto porque evitará el dolor y además, no va a repercutir en nuestro bebé, así que por ese lado debemos ir lo más tranquilas posible.
Efectos secundarios de la epidural: la tensión disminuye
Uno de los efectos secundarios de la epidural que es más frecuente es la bajada de tensión. Por que puedes notar una sensación como de cansancio o de ligero mareo pero que no debe preocuparte. Porque cuando esto ocurre suelen ponerte una vía para que tu cuerpo pueda reaccionar de la mejor manera posible. Es más, muchas veces ni lo notes porque dicha vía te la habrán puesto con antelación. Así que, ¿Por qué te vas a preocupar antes de tiempo?
Temblores y frío
También es frecuente que la madre sienta unos temblores bastante intensos, de esos que no puede controlar y que todo el cuerpo se mueva a su ritmo. Dichos temblores también pueden dar paso a la sensación de frío o incluso escalofríos que tampoco tienden a durar demasiado. Debes avisar al equipo médico y rápidamente les darán solución, porque también todo ello es una respuesta a la medicación administrada. Es habitual que el calor no se pueda distribuir de una manera natural y de ahí el frío.
Dolor de cabeza
No es tan habitual, pero es cierto que en ocasiones se presenta un dolor intenso de cabeza. Esto es debido a que pueda darse una punción en la conocida como ‘duramadre’, que es una membrana que se encuentra en la zona de la médula. Por este motivo, puede que se escape un poco de líquido y que dé origen al dolor de cabeza. Se suele tratar con un poco de reposo, porque al incorporarse el dolor se puede intensificar.
Náuseas o algunos vómitos
Tampoco es de lo más frecuente porque estaremos controladas en todo momento, pero sí que pueden darse algunas náuseas y que estén acompañadas de vómitos. Se dice que suelen aparecer, de manera más frecuente al cabo de las horas, cuando la anestesia ha desaparecido y provoca ciertos cambios en el cuerpo lo que puede llegar a revolver un poco el estómago. Como decimos, será algo pasajero si es que te ocurre, ya que después de todo puedes sentir el cuerpo un tanto ‘raro’ pero no pasar de ahí.
Dolor en la zona de la punción
Si ya con una simple analítica podemos tener alguna molestia en el brazo, en este caso no iba a ser menos. Pero lo cierto es que tampoco es algo grave ni mucho menos. Salvo en casos aislados, es cierto que también puedes sentir la zona de la espalda dolorida. Pero en ese momento, y si la anestesia ha sido por un parto, entonces seguro que te olvidará todo lo demás y solo pensarás en tu retoño. Al dolor en la zona se le suelen acompañar una serie de hematomas.
A grandes rasgos podemos decir que se trata de una técnica muy segura por lo que los efectos secundarios son mínimos, o bien se solucionan rápidamente. De manera que podemos estar tranquilas con ella, porque cuando se va su efecto, tendrás puesta una serie de medicación para evitar que los dolores lleguen de repente. Así que, salvo ocasiones contadas podrás estar la mar de tranquila.