Cada año se celebra el 22 de octubre el Día Mundial del Conocimiento de la Tartamudez, este problema afecta a millones de personas en el mundo. Este es un trastorno de la comunicación y no un trastorno del lenguaje. Sabemos que se caracteriza por bloqueos en el habla que pueden ir acompañados de una tensión muscular.
Para ayudar a nuestros hijos, si sospechamos que tienen un trastorno en el habla, lo primero es observarles y tener paciencia. Aquí tienes un artículo para identificar los síntomas. Pero hoy te proponemos una serie de ejercicios para ayudar a todos estos niños y niñas que tienen tartamudez.
Observación de la tartamudez
Lo primero que tenemos que hacer, es observar cuándo tartamudea el niño, si es una conducta que se repite de forma continua, o en momentos aislados, quienes están delante, si solo les ocurre en público. Todos estos datos son muy importantes. Además hay una predisposición genética a la tartamudez.
Hay que tener en cuenta la edad del niño o la niña. Ya que hay una tartamudez evolutiva que se da sobre los 3 o 4 años de edad, cuando el niño se atasca o repite la misma palabra. Pero esto es normal. Si ya el niño tiene más de 5 años y le sigue ocurriendo entonces sí va a necesitar la ayuda de la familia, los profesores y el apoyo de un profesional.
Es muy importante que le des a tu hijo el tiempo que necesita para hablar, no le termines las frases. Puedes animarle con palabras de aliento, o una sonrisa. Ya verás como también refuerzas su autoestima una vez que haya conseguido expresarse.
Ejercicios de respiración y relajación
Con estos ejercicios de relajación, le ayudarás a disminuir la tensión muscular. Para los niños se suele practicar la técnica de Koeppen. Los niños se imaginan que tienen un limón en las manos y que debe exprimirlo, o que son gatos y se estiran como ellos. También puedes pedirle que hable mientras camina, para que se centre más en el movimiento.
Para el tema de los ejercicios de respiración es complicado con los niños que tomen conciencia del diafragma, el abdomen, las costillas, pero es importantísimo, ya que los niños y niñas con tartamudez cortan el habla porque hacen una mala respiración. Para facilitar la respiración coloca al niño bocarriba y ponle un libro sobre su abdomen. Así observará como sube y baja. Cuando esté arriba dile que lo mantenga y luego que lo baje lo máximo posible. Realiza este ejercicio por lo menos durante tres minutos.
Para fortalecer sus órganos fonadores proponle ejercicios de soplar. Hinchar globos, soplar velas, soplar con pajitas para mover pequeñas bolitas o papeles.
Ejercicios de ritmo
La familia y el entorno de los niños con tartamudez juegan un papel fundamental. No le exijas que pronuncie perfectamente y de forma correcta todo el tiempo. Es importante que hablar sea algo divertido y relajado.
Puedes jugar con tu hijo al habla prolongada o al habla gesticulada. Ambos son ejercicios que le ayudarán a vocalizar mejor, en el primero le pides que alargue las vocales de las palabras ya sean las del principio, en medio o al final. Todo como si fuera un juego. Para jugar al habla gesticulada apoya el habla en gestos naturales, que faciliten la fluidez verbal. Esto les ayudará a tener su propio ritmo.
Procura que cante. Es más fácil cantar, eso decía mi abuela. Así que no sólo le enseñes canciones, sino también a expresarse él mismo a través del ritmo. Si puedes, grábale para que se escuche y así note que cuando canta no tartamudea. Otro juego, para los niños que saben leer y escribir, es pedirles que deletree una palabra. O que formen familias semánticas.
Esperamos haberte ayudado. Y ten presente que la tartamudez no afecta al desarrollo. Un niño con disfemia tiene las mismas habilidades sociales que un niño que no la tiene, sin embargo es cierto, que niños y niñas que en la primaria tartamudean pueden ir aislándose, hasta llegar a casos de que les afecte a sus resultados académicos.