Hemos hablado en otras ocasiones de cómo enseñar a los niños a conocer el valor del dinero. Tanto de métodos para que aprendan a manejarlo, como para que sean conscientes del valor que tiene. Consejos para que ellos entiendan bien que el dinero no crece en los árboles y que hay que tratar de no malgastarlo.
Hoy queremos que entiendas el valor que tienen para tus hijos estas enseñanzas. No sólo le van a influir en cuanto a la economía, es algo más profundo que eso. Le estaremos educando en el valor de que toda meta requiere un esfuerzo y la satisfacción que supone lograr sus propios objetivos.
El dinero y lo material como meta para la superación
Hoy en día nos encontramos con una sociedad en la que un niño de 11 años, o menor incluso, puede tener un smartphone o una tablet sin dificultad. Esto se considera incluso normal, muchos padres que no lo consideran adecuado para su educación acaban cediendo. Todo porque les preocupa la posibilidad de que sus hijos sean considerados menos que los demás.
Es un tremendo error comparar la educación de tus hijos y tus actuaciones como padre con el resto de los padres e hijos de los demás. Así sólo conseguirás que con el ejemplo que le estás dando, entiendan que tienen que estar en continua competencia con los demás. No solo ayudas en su desarrollo, ya que puede ocasionar problemas de ansiedad cuando sus objetivos no sean alcanzables. Lo cual se traduce en una menor tolerancia a la frustración.
Es realmente importante para tu hijo es educarle para estar en continua competencia, pero consigo mismo. Esto es reforzar su propio afán por superarse. Así conseguimos que las cosas materiales y el dinero pasen a un segundo plano. Que sea la satisfacción por conseguir el objetivo por sus propios medios, el verdadero premio. En cuanto sienta el disfrute de esa sensación, sabremos que estamos logrando educarle para superarse siempre.
Manejar los bienes como responsabilidad y la virtud de la paciencia
Una vez que tu hijo haya conseguido alcanzar su objetivo, lo valorará más, puesto que le supuso un esfuerzo. A partir de ahora ese dinero o ese objeto de sus deseos, pasa a ser completamente suyo, porque se lo ha ganado. Esto supondrá que tomará mayor responsabilidad respecto a él. Porque sabe realmente cuanto le costó conseguirlo y que si lo pierde, tendrá que volver a empezar desde cero. Un niño que no se ha esforzado, no conservara el dinero ni los objetos conseguidos con el mismo cuidado.
Ahí reside la importancia de educar a los hijos en el esfuerzo para conseguir los objetivos. Sin embargo, hay que insistirles en que a partir de ahora ellos son responsables de lo que consigan. Hay que guiarles a la hora de manejar unos ahorros.
Los niños no piensan a largo plazo, si no que buscan una satisfacción inmediata. Es nuestro deber como padres, ejercitarles en la paciencia para alcanzar una satisfacción mayor, aunque debamos esperar. Tienen que aprender que si gastan su dinero en chucherías, no lo tendrán para comprar ese juguete tan caro que les gusta.
El dinero y los círculos sociales
En la actualidad, hay numerosos círculos sociales en los que se demuestra que «tanto tienes, tanto vales». Círculos en los que tu hijo puede ser incluso discriminado. Esto puede ocurrir por no tener ese teléfono de última generación que te pidió.
Si queremos cambiar esto y que nuestros hijos crezcan y formen una sociedad distinta, hay que educarlos en la idea de que lo que importa es que sean fuertes, sanos y felices. Es algo necesario para ellos y para nosotros. Solo así puede crearse una sociedad en la que un individuo valga más por lo que aporta al resto de sus congéneres que por la herencia que pueda dejar, traducida en euros. Una sociedad en que la clave del éxito sea el trabajo duro.