Cuando tengas hijos adolescentes es primordial que estés cerca de ellos siempre, pero sin que se den cuenta de que estás vigilando o controlando lo que hacen o dejan de hacer. Dejarlos solos está fuertemente desaconsejado, ya que esto podría interpretarse como negligencia e indiferencia.
Simplemente tienes que mantenerte en busca de apoyo moral sin crear la sensación de que los estás vigilando. Además, solo por estar cerca, se desalentará la tentación de que tu adolescente haga algo más durante el tiempo de estudio.
Puedes sentir que es prematuro ofrecer este tipo de consejos ahora, considerando que es mucho antes del examen de junio. Los padres y los estudiantes se han acostumbrado a recibir orientación sobre la preparación del examen tres o cuatro semanas antes del examen. Probablemente esta sea la razón por la que los estudiantes no lo hacen tan bien como son capaces de hacerlo en realidad. La preparación del examen no debe comenzar unas semanas antes del examen… Debe comenzar a principios de año en el aula desde el primer día.
Más de la mitad de la batalla se gana en clase
Los estudiantes deben escuchar a sus maestros con intención todo el día, todos los días. Anima a tu hijo a prestar atención en clase sin que se distraiga porque eso le ayudará a entender mejor los conocimientos. Más de la mitad de la batalla se gana en la clase. La ausencia académica debe ser desalentada a toda costa, a menos que sea inevitable.
Los estudiantes creen que recuperarán las lecciones perdidas por su cuenta, esto no es lo mismo que recibir instrucciones del maestro. Este es el primer paso para prepararse con éxito para los exámenes. El estrés y la ansiedad pueden evitarse si la preparación es constante y no se deja todo para el final. Inculca estos buenos hábitos en tu adolescente y allanarás el camino para su éxito.