El refuerzo negativo en los niños

Consumo de comida basura en niños

Todos los que son padres saben a ciencia cierta, que el educar a un hijo no es una tarea nada fácil. De la buena y acertada educación depende que el niño sea capaz de tener un buen comportamiento y aprenda una serie de valores, que le ayuden a ser una buena persona en el futuro.

Por desgracia, son muchos los padres que en la actualidad no saben educar a sus hijos con todo lo que ello acarrea, sobre todo a largo plazo. El refuerzo positivo es un elemento clave dentro de la educación pero no el único. Hay que saber combinarlo a la perfección con el refuerzo negativo. En el equilibrio de ambos está una buena educación para el niño.

El refuerzo en la educación de los niños

El refuerzo, ya sea positivo o negativo va a permitir que el niño se llegue a comportar de una manera adecuada ante determinadas situaciones que se dan en el día a día. Dicho refuerzo es un pieza clave dentro de la educación de los pequeños y si se sabe usar de una manera correcta, los resultados son los deseados a diferencia de aquellos padres que no lo usan de una forma adecuada. El refuerzo puede ser positivo o negativo y los padres deben tener en cuenta en todo momento las diferencias de los mismos y a partir de ahí seguir una serie de pautas a la hora de usarlos.

El refuerzo negativo

El refuerzo negativo consiste en eliminar un estímulo poco agradable y aversivo del niño después de producirse un determinado comportamiento. En tal caso, el comportamiento se intensifica mucho más al apartar tal estímulo desagradable.

Con el refuerzo negativo se aumenta el citado comportamiento, mientras que con el refuerzo positivo se consigue que la conducta vaya disminuyendo. Por lo tanto son dos tipos de refuerzos totalmente diferentes. El refuerzo negativo no debe ser considerado como un procedimiento de refuerzo positivo. Con el refuerzo negativo, se aumenta un comportamiento, mientras que con el refuerzo positivo, se está disminuyendo un comportamiento.

Para que te quede más claro, te detallamos algunos ejemplos de lo que podría considerarse como refuerzo negativo:

  • María hace las tareas de casa para que su madre no le mande más.
  • Sergio limpia y baña al perro para evitar que pueda tener problemas con las garrapatas.
  • Antonio baja el volumen de la televisión para que su padre no lo pase mal y se queje a todas horas.
  • Francisco hace la cama todas las mañanas y de esta manera su madre no le regaña.

Es importante el apuntar que en muchos casos, al aplicar el refuerzo negativo, la conducta o el comportamiento del niño puede ir a peor y empeorar. Por ejemplo, si vas con tu hijo a un centro comercial y te pide que le compres algo, lo normal es que le digas que no y la cosa no vaya a más. Pero puede ocurrir que coja una rabieta y se ponga a gritar y le termines comprando algo para que se calle. El niño ante ello sabrá que cada vez que se porte mal y grite conseguirá el regalo. Estás por tanto reforzando el mal comportamiento de tu hijo.

En definitiva, recuerda que con el refuerzo se busca siempre el aumentar el comportamiento positivo del pequeño. En el caso del refuerzo de tipo negativo lo que se busca en todo momento es el rebajar la conducta poco adecuada del niño. Es importante el encontrar cierto equilibrio en ambos tipos o clases de refuerzo con el fin de conseguir un buen comportamiento en el menor. La educación se basa en saber aplicar en todo momento ambos tipos de refuerzos. De nada sirve usar el refuerzo positivo si después no se sabe aplicar el negativo y viceversa. Por desgracia, muchos de los malos comportamientos de los niños de hoy en día se debe a la mala educación que reciben por parte de sus padres.


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  1.   María del Mar dijo

    Hola a todos,

    Me llamo Mª del Mar y soy psicóloga.

    Me he visto obligada a comentar para aclarar que los términos que empleáis en este artículo están equivocados.

    Los refuerzos (positivos y negativos) incrementan conductas. Los castigos (positivos y negativos) reducen las conductas.

    El valor positivo o negativo no tiene que ver con la concepción más cotidiana de positivo = recompensa, negativo = castigo. Está relacionado con si se da algo (positivo) o se quita (negativo). Así:

    Comprar algo al niño para que se calle es un refuerzo positivo que incrementará las rabietas (no negativo como en el artículo)

    Un refuerzo negativo podría ser María que hace las tareas para que su madre no le mande más. Incrementa su conducta porque evita (se le quita) una consecuencia negativa y eso es positivo para ella (repite conducta).
    El castigo positivo sería darle más tareas (se le da algo que no le gusta), disminuyendo la conducta de tardar en hacerlas o no hacerlas, directamente.

    Me parece peligroso hablar de lo que no se sabe y terminar el artículo diciendo «muchos de los malos comportamientos de los niños de hoy en día se debe a la mala educación que reciben por parte de sus padres»

    Los padres necesitan formación, herramientas, recursos, estrategias… y para eso estamos muchos profesionales, para dárselas, ayudarles y orientarles pero no para culparles por no tenerlas o no saber qué hacer.

    Revisen su artículo, por favor. No aporta ningún beneficio, confunde y puede ser perjudicial, además de utilizar términos psicológicos sin rigor.