Son muchos los niños que crecen en ambientes donde el respeto brilla por su ausencia, donde los adultos se hablan de malos modos. Los niños son esos pequeños ojos que todo lo ven y todo lo aprenden, aunque los adultos no se den cuenta. Es por este motivo principal, que los adultos deben fijarse en cómo es su comportamiento y además, saber cómo guiar a los pequeños en su crecimiento para que se conviertan en personas respetuosas.
El respeto
Desgraciadamente, en el mundo actual no esperamos que todos respeten a todos. Parece que la grosería se ha vuelto algo normal en algunos lugares, y esto, es intolerable se mire por donde se mire.
La buena noticia es que podemos enseñar a los hijos este valor crítico, y al hacerlo, terminaremos impartiendo lecciones cruciales sobre bondad, consideración, honestidad, mente abierta y gratitud. La forma más efectiva de enseñar a los niños a ser respetuosos es modelarlos desde casa. Los padres siempre serán los mejores ejemplos para que los niños sigan.
Exige buenos modales
Actuar de manera educada no es simplemente una formalidad, es una obligación social. Cuando los niños dicen ‘gracias’ después de que se les da algo, reconocen que hay un intercambio mutuo, un dar y recibir. Con esto los niños se dan cuenta de que las cosas no se reciben sin nada a cambio.
Incluso los niños más pequeños pueden aprender a decir ‘por favor’ y ‘gracias’, mientras que los niños en edad preescolar deben mirar a la gente a los ojos cuando los saludan y decir «hola» y «adiós». Los padres deben estar preparados para poder dar estos recordatorios a sus hijos cada día. Los niños tienen una memoria limitada por lo que, necesitan mucha repetición para poder aprender esto con el tiempo, para que después, les salga de forma natural.
Cuando quieres que tu hijo se comporte bien en un lugar determinado, como la sala de espera de un médico, es necesario que le digas antes de ir, lo que se espera de ellos en estos lugares. Ellos no lo saben y su naturaleza es jugar y pasarlo bien. Si necesitas que se comporte bien, entonces es importante que le expliques lo que debe hacer en cada momento determinado. También será importante explicarle con anticipación cuáles serán las consecuencias negativas en el caso de que tenga una conducta inadecuada y las consecuencias positivas en el caso de que sea correcta todo el tiempo.
Cuando los niños son reforzados con elogios y explicándoles por qué los buenos modelas son importantes, tendrán un mejor comportamiento.
No toleres la grosería
El comportamiento insoportable y los comentarios retrospectivos son tan comunes en estos días que puede ser fácil simplemente ignorar la conducta cuando tus hijos se dicen unos a otros palabras malsonantes o cuando tu hija tiene una rabieta después de anunciar que se acabó el tiempo de la televisión. Pero un niño que tiene permitido hablar de esa manera con su familia puede llegar a creer que también está bien criticar a otras personas, por lo que es vital que los padres respondan a la conducta de inmediato.
Deja en claro que no importa cuán molesto pueda estar, nunca es aceptable que arremetan contra otra persona. Luego, ayúdalo a expresarse haciendo declaraciones ‘yo me siento’ en lugar de apuntar con el dedo con mensajes ‘tú’ echando la culpa de sus emociones a los demás. Puedes hacerle preguntas para que exprese sus sentimientos con palabras. Al darle a tu hijo una manera positiva de expresar sus emociones, le permite saber que, si bien es natural sentirse enfadado o frustrado de vez en cuando, eso no significa que pueda hacer daño a otros. Se necesita entender la emoción para saber qué nos dice y encontrar la manera de sentirnos mejor.
Los niños pequeños aún están dominando el control de impulsos y aprendiendo a entender sus propias emocionales, así que no te sorprendas si necesitas mucha paciencia para que tu hijo controle su temperamento. Parte de enseñar respeto es enseñarle a los niños que cuando cometemos errores, decimos lo que sentimos, eso demuestra que te preocupas lo suficiente por la persona que has faltado al respeto y que uno es responsable de sus propios errores. En este sentido, si alguna vez haces algo que molesta a tus hijos, deberás en calma, pedirle disculpas.
Enseñar habilidades de escucha para el respeto
Al darle a alguien su tiempo y atención, le hace saber que le valoras. El tiempo no se paga con dinero porque una vez que pasa, nunca vuelve. El tiempo es el mayor tesoro que las personas tenemos.
Regalar tiempo es una de las formas más fundamentales de mostrar respeto. El primer paso para ser un buen oyente: eliminar las distracciones y hacer contacto visual. Así que enseña a tu hijo a dejar el mando de la consola y a concentrarse en ti cuando le estás hablando. Por la misma razón, tendrás que asegurarte de levantar la mirada de tu teléfono cuando tu hijo tiene algo que decirte.
Puedes educarle aún más en lo que se necesita para ser un conversador cortés, sin interrumpir, esperando el turno para hablar, mediante el juego de roles. Comienza con lo que no debe hacer (interrumpir o mirar hacia otro lado cuando te están hablando). Luego puedes abordar las cosas que sí debe hacer (esperar hasta que una persona termine de hablar para comentar, hacer un seguimiento de lo que la otra persona acaba de decir con una pregunta) y notar la diferencia.
Establece reglas y límites
El establecimiento de límites enseña a los niños que el mundo no gira alrededor de ellos. únicamente: también tienen que considerar a los demás con sus acciones. Además, si no pueden seguir las reglas de su casa, no podrán hacerlo en otro lugar. Al permitirles hacer lo que quieran, sin consecuencias, les estás criando para que sean personas fracasadas en el futuro. Por lo tanto, es importante inculcar un respeto por la autoridad en los pequeños, comenzando en casa.
Para respetar las reglas de la casa, tus hijos deben saber exactamente cuáles son, por lo que deberás explicarlas y además ponerlas escritas en un lugar donde se vean bien. También tendrás que explicarles por qué las reglas son importantes en los hogares de todas las familias. Es posible que tu hijo no entienda de inmediato la conexión entre respetar las reglas y respetar a las personas que las establecen, pero poco a poco lo irán comprendiendo. También deberán quedar muy claras en las reglas las consecuencias de no cumplirlas.