El uso del teléfono en los adolescentes ya está haciendo saltar todas las alarmas, pues ya están empezando a presentar comportamientos muy parecidos a los de personas adictas. Sus claros síntomas son agresión, depresión, agitación , la pérdida de atención y concentración.
En otro de los estudios que se pudo descubrir fue que los adolescentes que pasaban un excesivo tiempo con los dispositivos, redes sociales, juegos de computadora, mensajes,…presentaban niveles de felicidad mucho más bajo y eso es un dato muy preocupante.
¿Qué edad es la apropiada para usar el móvil?
Hay que tener en cuenta la madurez del menor . Se puede dejar hacer uso del teléfono móvil pero sin acceso a datos. No es la opción que más les va a gustar pero es lo que hay.
Es muy importante establecer una limitación de horario y un uso responsable con control parental.
Tanto en niños, como en adolescentes la exposición prolongada de la radiación electromagnética de alta frecuencia de los móviles puede interferir en el desarrollo de estructuras cerebrales haciendo que este daño puede ser aún mayor durante la adolescencia.
Cuando puede considerarse un problema de adicción:
- No puede despegarse de su teléfono. Siente la necesidad de atender cada sonido y llamada, independientemente de lo que esté haciendo, interrumpiendo su momento. Además duerme con el teléfono en la cama y eso le puede crear problemas a la larga.
- Notas que pierden el interés de todo lo que le está ocurriendo a su alrededor, pues su auténtico mundo se encuentra dentro del dispositivo móvil.
Cómo pueden intervenir los adultos
Hay que intentar que no tengan tanta independencia a las tecnologías, pues cómo hemos explicado afectan negativamente en sus vidas. De forma lógica no debería permanecer más de dos horas al día con ellos.
La mayoría duermen con sus teléfonos y eso hace que no descansen la noche completa, ya que el móvil puede estar interrumpiendo su sueño con sonidos o notificaciones. Es lógico que deberías hacerlo prescindir de él desde que se acuesta hasta que se despierta.
Nosotros también podemos dar un claro ejemplo de hasta dónde está limitado el uso de estas tecnologías. Como ellos observan tu propio comportamiento, no hay que intentar usarlo cuando se están haciendo actividades familiares: en medio de conversaciones, a las horas de la comida o cenas. Puedes incluso proponer un día durante unas horas dónde todos los miembros de la familia pueden apagar sus teléfonos para compartir ese tiempo juntos.
Puedes hacer una pequeña intervención del contenido del celular si crees que se te escapa de las manos algún comportamiento extraño, pero no hacerlo de manera obsesiva ni pretendiendo invadir su intimidad.
Otro acto que podemos aportar es animarlos a participar en actividades, hacer deportes y realizar actividades sociales directas. Este punto es importante ya que como dije en un apartado anterior con el uso de estos dispositivos podrían seguramente presentar niveles mucho más bajos de felicidad, y este tipo de actividades harán que aumente su felicidad y autoestima.
Hay que educarles sobre los peligros que conlleva y darles más seguridad. Al ser una red muy amplia pueden encontrarse con adolescentes y menores que son mucho más vulnerables a sufrir todo tipo de acosos. Están expuestos a contenidos inapropiados, de depredadores con no muy buenas intenciones, y con el famoso acoso cibernético,…etc
Hay que detallar todos estos puntos de manera sutil para que reconozcan todos estos peligro:
- Tienen que crear una seguridad con contraseñas mucho más seguras para proteger su dispositivos.
- Sólo tienen que descargar aplicaciones oficiales y si puede ser bajo la supervisión de un adulto responsable.
- Tener especial cuidado con los mensajes compartidos, y más cuando son desconocidos, esto es uno de los problemas más importantes.
- El poder hacer uso de un antivirus también es una buena opción.