Son demasiados los niños que con tan solo 6 años ya tienen caries. En verano los problemas dentales aumentan debido a que los niños aumentan el consumo de productos azucarados y bebidas que contienen demasiada azúcar, tanto para sus dientes como para su salud. Es cierto que verano es para disfrutarlo, pero hay que poner unos límites para evitar arrepentimientos después.
Es necesario que los niños no descuiden sus hábitos saludables y que sigan lavándose los dientes cada día, aunque se estén pasando las vacaciones fuera de casa. En este sentido, tus hijos deberán llevar siempre en su neceser un cepillo de dientes y que se los laven después de cada comida. Estar fuera de casa no tiene que ser una excusa para no tener los dientes bien limpios todo el tiempo.
Por supuesto, además de lavarse los dientes, hay que hacerlo bien. Tus hijo deberán lavarse los dientes un mínimo de 2 veces al día, aunque lo ideal es que sean 3 veces, después de cada comida principal. Cuando son pequeños necesitarán tu supervisión pero si les enseñas bien a hacerlo, cuando sean más mayores podrán hacerlo de manera autónoma.
Recuerda que debes escoger una pasta dentífrica adecuada para la salud bucodental de tus hijos. Si tienen las encías sensibles deberás tener eso en cuenta para escoger la pasta dentífrica más apta en cada caso.
Otro aspecto muy importante es el enjuague bucal o flúor en los niños. Aunque las pastas de dientes infantiles suelen tener una cantidad de flúor adecuado, hay estudios que demuestran que el flúor es adecuado para la prevención de caries. Habla con tu dentista o pediatra para saber cuánta es la cantidad de flúor adecuada para la edad que tenga de tu hijo.
Otra cosa que sucede en verano son los dientes rotos… los niños juegan más y se les puede romper algún diente con cualquier golpe. Cuando esto sucede es necesario coger el diente roto, guardarlo en leche, suero o en la saliva del niño e ir rápidamente al dentista para reimplantarlo.