Cuando ocurre un embarazo críptico muchas veces aparece en las noticias. «Una madre descubrió que estaba embarazada al momento de dar a luz». Y ahí aparece la gran pregunta: ¿cómo no lo descubrió antes? Parece imposible que una mujer no advierta que está embarazada. ¿Y que hay de su barriga? ¿Nunca salió o tal vez se trataba de una persona con sobrepeso?
Hay muchos interrogantes en torno a un embarazo críptico pero quizás las primeras reacciones sean la sorpresa y la incredulidad. Porque lo cierto es que es un fenómeno bastante particular que sucede sólo en pocas ocasiones. Pero para conocer más las razones por las cuales una mujer no advierte que está embarazada sigue leyendo este post.
Qué es un embarazo críptico
Según la etimología de la palabra «críptico», ésta viene del griego, kryptos significa ‘oculto’. Y esta palabra no es casual pues un embarazo críptico es aquél que permanece oculto hasta el momento de dar a luz. Un embarazo que ocurre en silencio incluso para quien lleva al feto en el vientre durante esos nueve meses. Un embarazo críptico sucede cuando los métodos de diagnóstico habituales fallan. Pero, ¿cómo es posible que una madre no se de cuenta de que está viviendo un proceso de gestación?
Quienes han transitado un embarazo, conocen los cambios orgánicos que se producen, tanto a nivel físico como metabólico, con una revolución hormonal que afecta a todo el organismo. Por lo general, lo primero que llama la atención es la falta de la menstruación, razón por la cual la mujer realiza un test de embarazo. Por lo general es casero y basta una muestra de orina para tener el resultado. Si es positivo, se procede a confirmar el embarazo con una muestra de sangre. Y luego se realiza la primera ecografía, en la que se confirma que todo marche sobre ruedas, y que el feto está dentro del saco gestacional y con latido.
Pero algo de esta cadena se altera cuando se produce un embarazo críptico. Puede ser que el test de embarazo de negativo y confundamos los síntomas típicos del embarazo con otros cuadros como indigestión, estreñimiento o fatiga. O bien se puede tratar de mujeres que tienen menstruaciones irregulares. También es el caso de mujeres que presentan menopausia precoz o bien que han entrado en la premenopausia, con un período que aún no se ha ido del todo pero que presenta ausencias algunos meses. Otro caso en el que pueden aparecer embarazos crípticos es en mujeres que practican deportes de alto impacto. En todos estos casos, las reglas pueden desaparecer durante meses por lo que no hay un registro claro de la falta de menstruación.
Un embarazo críptico también puede producirse cuando hay un fallo de métodos anticonceptivos o bien cuando el embarazo se produce durante la lactancia.
La negación del embarazo
Aún cuando no haya regla, ¿cómo es posible que una mujer no detecte su propio embarazo>? Si bien no es algo frecuente, tampoco es imposible. Se estima que se produce un embarazo críptico cada 2500 gestaciones. Hay grupos específicos de mujeres más proclives a tener un embarazo críptico:
- Un adolescente tema la reacción de su familia y no realice seguimiento alguno de su embarazo hasta que llega el parto.
- Una persona con sobrepeso no note los movimientos del bebé.
- Los sangrados en el primer trimestre del embarazo sean confundidos con la menstruación.
- La situación personal o laboral de una mujer adulta provoque una negación de su propio embarazo.
Y, en este sentido, también hay que tener en cuenta el poder de lo psíquico en esta realidad. La negación del embarazo es otra de las grandes razones por las que se produce un embarazo críptico. Se llama negación del embarazo a la situación en la que la mujer no se hace consciente de estar embarazada y se mantiene ignorante de ello. Esto puede ocurrir en mujeres de cualquier clase social sin distinciones. Se sabe que en muchos casos, tampoco el entorno de la mujer ha detectado el embarazo. Amigos, familiares y compañeros no lo advierten ni notan nada extraño. Incluso las parejas con las que conviven no se dan cuenta.
¿Por qué sucede esto? Es muy frecuente que en los casos de negación del embarazo el cuerpo no cambie como en el resto de las embarazadas. El bebé se coloca a lo largo y el vientre apenas sobresale y no se advierten los típicos síntomas como náuseas o mareos. El bebé no se mueve mucho y, si lo hace, sus movimientos son confundidos con gases
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