Según la definición de la Real Academia de la Lengua Española, empatía es la capacidad de identificarse con alguien. Es decir, ponerse en el lugar de la otra persona, pensar en como puede sentirse y ser capaces de acompañarle en sus sentimientos. La empatía no es un rasgo que comparten todos los seres humanos, hay personas más empáticas, personas que tienen facilidad para sufrir con el mal ajeno.
Pero, ¿por qué esto es así?, es decir, ¿por qué hay personas que son más sensibles al sentimiento de otras personas?. Puede que sea una cuestión de educación, la empatía es una de las virtudes humanas que debemos enseñar a los niños desde pequeños. Pero estudios recientes han demostrado que además, la empatía contiene un porcentaje de componente genético.
Pero ese porcentaje es mínimo, tan solo de un 10%. Además aun no se ha determinado que factores favorecen que una persona tenga ese porcentaje de empatía entre su cadena genética. Por lo tanto, es imprescindible educar desde la infancia. El mundo necesita de la empatía humana, para ser un lugar mejor donde todos podamos residir. Por que incluso los animales son en mayor o en menor medida seres empáticos.
La importancia de la empatía en los niños
Como ya hemos comentado la empatía es la capacidad de ponerse en el lugar de los otros, de compartir sus sentimientos. Por lo tanto, resulta fundamental para el desarrollo de los niños. A través de la empatía, los niños podrán aprender a comprenderse mejor a sí mismos, les ayudará a entender que no son lo único que ocurre en el mundo.
Es importante que los niños aprendan a no ser egocéntricos. Deben conocer la importancia de valorar al resto de seres humanos, sean o no iguales que ellos.
Lo que resulta muy positivo para el desarrollo emocional de un niño, tanto para su infancia como para el resto de su vida. Será capaz de relacionarse mejor con otras personas, de establecer amistades desinteresadas y más saludables. Por lo que educar la empatía en los niños, será imprescindible para que crezcan como personas seguras, con capacidad de reconocer el sufrimiento ajeno, y actuar en consecuencia. Y eso los convertirá en personas sociables, seguros de si mismos, más populares y en personas de éxito.
Cómo educar la empatía en los niños
Para poder educar a los niños en cualquier faceta, lo primordial es darles ejemplo. Los padres y madres somos espejos donde se reflejan los actos y las personalidades de nuestros hijos. Por lo tanto, fomenta tu empatía frente a las situaciones del día a día, de forma que tus hijos puedan comprender a base de ejemplos en que consiste esa habilidad.
Aprovecha cuando tengan un mal comportamiento contigo para demostrarles que te han dañado. Habla con tus pequeños y explícales que eso que han hecho, te ha dolido y por qué. Hazles ver como se sentirían ellos si tu que eres la persona que más los quiere en el mundo, haces algo que les haga daño. La empatía consiste en ponerse en lugar de los demás, enséñales con ejemplos.
Enseña a tus hijos la habilidad de escuchar a los demás, comenzando por escucharles tu misma. Los niños son personas con sus propios sentimientos y su propia personalidad. Ellos necesitan que los escuches, por lo tanto, si hay algún conflicto por algo que haya sucedido en casa, muestra tu empatía por ellos. Escucha lo que tengan que decir, ponte en su lugar y hazles ver que realmente comprendes sus sentimientos. Les estarás dando un valioso ejemplo de que la empatía no va con la edad.
Además, enseñarás a tus hijos a expresar mejor sus emociones. Los niños cuando son muy pequeños demuestran sus sentimientos a través de las rabietas. Por lo que trabajando la empatía, el niño podrá ponerle nombre a lo que siente en cada momento. Les ayudará a reconocer sus sentimientos y expresarlos, ya sea enfado, tristeza, alegría o pena. Conseguirás comunicarte mejor con tus hijos, ya que tendrán mayor confianza en ti.