Como seres sociales que somos necesitamos crear vínculos con los demás. Los amigos son necesarios para crear un buen desarrollo social, emocional y mental. Nos hace sentir bien, nos acompañan en los momentos duros y en los buenos y nos sirve de consuelo ante las dificultades. Necesitamos tener buenas relaciones de amistad, por eso es un valor muy importante que inculcar a los más pequeños. Os enseñamos unos consejos para enseñar el valor de la amistad a tus hijos.
La amistad en los niños
Los niños viven la amistad de forma diferente a como la vivimos los adultos. Un completo extraño puede ser en cuestión de minutos un amigo incondicional, cosa que los adultos necesitamos tiempo y confianza para generar vínculos tan fuertes. Los niños comparten juegos, experiencias, gustos, aficiones, descubrimientos y secretos. Elucubraciones de mayores e historias increíbles. La amistad en los niños es sana, sin intereses y
Gracias a la amistad los niños desarrollan habilidades como la empatía, compañerismo, habilidades verbales, habilidades cognitivas como toma de decisiones y la solución de problemas, la cooperación, la autoestima, la confianza y a compartir. Los niños comienzan a tener relaciones sociales como tales a partir de los 2 años, y a partir de ahí se van haciendo más complejos según se van desarrollando. A través de la amistad los niños van desarrollando su propia identidad y a crear vínculos cercanos con sus iguales.
Hay niños más tímidos y otros más extrovertidos. Según su forma de ser tendrán una tendencia a relacionarse con los demás niños de una forma más fácil o con más reticencia. Independientemente de su forma de ser, los niños necesitan tener amigos para un sano desarrollo. Aprenderán cosas que no aprenderán de otra forma. Un niño sin amigos es un niño triste.
Además del valor de la amistad, debemos enseñarles a cómo relacionarse con sus amigos para tener relaciones sanas y felices. Veamos unos consejos para enseñar el valor de la amistad a tus hijos.
Cómo enseñar el valor de la amistad a tus hijos
- Usar un lenguaje respetuoso. Hablar siempre desde el respeto y el cariño. Un amigo no se mete contigo, ni te rechaza ni te ofende.
- Ayudar a los demás. Todos tendremos en algún momento un problema o momento triste, y tendremos que confiar en los demás para que nos ayuden y consuelen. Tan necesario es ayudar como pedir ayuda.
- Alegrarse por las cosas buenas que les pasen a nuestros amigos. Todo suma, y que un amigo nuestro esté feliz nos hace estar feliz a nosotros. Aprender a compartir las alegrías hacen que se multipliquen.
- Con los amigos se comparte. Experiencias, juguetes, comida… la amistad es compartir.
- Pasar tiempo con los amigos. Como cualquier relación, la amistad necesita de pasar tiempo juntos y tener contacto cercano. La amistad se cuida todos los días para mantenerla. Puedes ayudarle invitando a sus amigos a casa.
- Preocuparse por los amigos. Cuando alguien te quiere se preocupa por ti y te cuida. No quiere que te pase nada malo y cuando pasa siempre está ahí.
- La amistad es desinteresada. No hay intereses de fondo o entonces no será una amistad verdadera.
- Expresar nuestro cariño. Las muestras de afecto son necesarias para que los demás sepan que les queremos y apreciamos. Palabras de apoyo, abrazos y besos son muestras de afecto que todos apreciamos.
- Los problemas se arreglan hablando. Siempre habrá algún momento de choque. Es necesario explicarles que no siempre estaremos de acuerdo con nuestros amigos, que tienen ideas y creencias propias y debemos respetarnos (empatía). Cuando se cree algún problema lo que debemos hacer es hablarlo directamente para no complicar más la situación.
Si tu hijo es demasiado tímido te recomiendo que leas nuestro artículo “Cómo ayudar a tu hijo a superar la timidez”. Ahí te damos consejos prácticos para ayudarles a relacionarse mejor.
Porque recuerda… la amistad es uno de los mayores tesoros que podemos tener. Pueden durar toda la vida si los cuidamos bien.