Entrevista a Irene García Perulero: «Salirse de los estereotipos es mucho más difícil que no educarse en ellos»

Irene

Hoy os traigo una entrevista que os va a gustar (o eso espero): ella es Irene García Perulero quien se define como “mujer, madre, bióloga molecular, feminista y bloguera”. Y como eso es poco para que la conozcáis, os cuento que muchas madres como yo la conocemos por que es una divulgadora en temas de maternidad y salud materno infantil (entre otros) y una activista del parto respetado. Si os quedáis con ganas de saber más, la podéis descubrir en su blog.

La traigo hoy a Madres Hoy para que nos hable de la formación online “Ni Putas, Ni princesas”, que coordina y en la que colaboran otras mujeres profesionales de diferentes ámbitos; pero Irene también ha creado o colaborado en otros proyectos como el libro Una nueva Maternidad o la empresa Canguros y Mas. Y aunque el título de la formación que desarrolla y ahora nos oferta en su tercera edición es lo suficientemente explícito, aclaro que el objetivo general es “capacitar a las madres y educadoras para criar y educar futuras mujeres libres y empoderadas”.

“Ni Putas, Ni Princesas” consiste en 12 semanas de formación que capacitan para ofrecer libertad a las niñas y protegerlas de la discriminación y la violencia; es también un viaje de autoconocimiento. Y creo que ahora es el momento para dejaros con la entrevista.

Antes que nada decirte que ‘me encanta Ni Putas Ni Princesas’: el nombre responde precisamente a una de las motivaciones como madre de hija (y de hijo) tengo. Es la de educar en la libertad de decidir sobre el propio cuerpo, respetando a los demás; y trasladarles una visión libre de prejuicios y estereotipos.

Madres Hoy: ¿Cómo surgió Ni Putas Ni Princesas? Me refiero a la idea primaria, a tu motivación.

Irene García Perulero: Ni Putas Ni Princesas era un proyecto que yo tenía en mente desde hacía mucho tiempo. Como en muchas otras cosas yo he tenido que des-aprender patrones de comportamiento propios que tenía interiorizados desde que era niña, la educación, la socialización juegan un papel fundamental en la construcción de nuestra identidad, de lo que somos.

A pesar de que yo soy bióloga, o tal vez por eso, entender el peso de la cultura en nuestra forma de comportarnos hace que miremos todo desde otra perspectiva, permite entender mejor todas las pequeñas o grandes violencias que no rodean y que, a la larga, nos estresan y nos pueden hacer infelices.

Y tengo dos hijas. La idea era que ellas pudieran mirar la realidad como lo que es desde pequeñas, construirse libremente, porque desaprender es más duro cuanto más mayor eres. Como te digo, una idea que tenía en mente desde hacía años, sólo necesité el empuje y el ánimo de Mónica Serrano. Y aquí estamos, con la tercera edición.

MH:  Explicas en la presentación de la formación que «Salirse de los estereotipos es mucho más difícil que no educarse en ellos». Eso es cierto, pero ¿es que hoy en día y en nuestra sociedad es posible que las niñas no sean educadas sin estereotipos?

I.G.P: Es posible educar a los hijos, también a los niños, con una mirada crítica del mundo que los rodea, que les permita ser quienes son sin tanta necesidad de cumplir con las expectativas sociales. No es fácil, pero se puede intentar. Claro que, para eso, lo primero que tenemos que hacer es ponernos nosotras las gafas violetas, aprender a cuestionar cosas en las que creemos sólo por el hecho de que las hicimos nuestras a través de nuestra educación, pero que no son ciertas. En muchos aspectos el mundo no es como nos lo contaron, cuando lo sabes es más fácil tomar decisiones libres, que es de lo que se trata.

MH: ¿Quién tiene la principal responsabilidad protegiendo a las niñas de cualquier tipo de discriminación y violencia?


I.G.P.: La verdad es que me gustaría vivir en un mundo donde a las niñas – ni a nadie – no hubiera que protegerlas de la discriminación, porque los responsables de la discriminación son quienes discriminan. A partir de ahí y sabiendo que no vivimos en los mundos de Yupi yo creo que las madres y padres y los educadores tienen un papel fundamental a la hora de acompañar a las niñas en la construcción de su identidad, tanto para fomentar cosas tan importantes como la asertividad o la capacidad de tomar decisiones como para educarlas en el pensamiento crítico y por supuesto prestar los recursos necesarios para poder manejar las situaciones de violencia en las que se van a ver involucradas.

Es una realidad que el sistema social en que vivimos transmite una serie de valores sobre y hacia la mujer que dificultan la construcción de una identidad femenina empoderada, libre, asertiva, independiente (Irene Garcia)

MH: En la actualidad no estamos en condiciones de afirmar que se esta haciendo todo lo posible para procurar que las chicas desarrollen desde pequeñas una identidad femenina empoderada (y basta con ver anuncios de televisión, o con escuchar comentarios que algunos niños preadolescentes hacen sobre sus amigas y compañeras).

I.G.P.: No, claro. Los estereotipos, que no son más que el ideal de comportamiento que la sociedad exige a sus miembros, cambian con el tiempo y ni siquiera nosotras respondemos a las mismas exigencias sociales a las que tenían que dar cuenta nuestras madres o nuestras hijas.

No me atrevería a decir si estamos peor ahora que cuando nosotras éramos pequeñas, pero sí que objetivamente se puede comprobar que hemos pasado de un estereotipo de buena madre y esposa a otro donde priman más otros aspectos, como la hipersexualización. La hipersexualización de las niñas, que tiene detrás una cosificación del cuerpo de la mujer, es, sinceramente, escandalosa. Y se aprecia en todas partes, desde la moda en donde podemos encontrar bikinis con relleno para niñas de 10 añoss, hasta en los dibujos animados. ¿Has visto el cambiazo que ha pegado la abeja Maya? Antes era rechoncha, infantil, con aspecto de bebé. Ahora tiene cintura de avispa 😉 .

MH: ¿Crees que puede la familia anteponerse entre sus hijas (y sus hijos, que también queremos que traten desde la igualdad REAL a las mujeres) y la cantidad de estímulos violentos y sexistas que reciben a diario? ¿Cómo lo hacemos?

I.G.P.: La familia y el cole, que son los dos pilares básicos de socialización, pueden funcionar de escudo contra el bombardeo de estímulos sexistas. ¿Cómo? Primero conociéndolos, la mayoría de las violencias están normalizadas, las asumimos como propias y por tanto son invisibles. Y segundo, a través de la comunicación. Hablar con los hijos, de todo, todo el rato, es fundamental para que aprendan a pensar por sí mismos. Además, por supuesto, los niños imitan a los adultos que los rodean, somos sus referentes principales, así que lo que hagamos nosotros tendrá mucho peso en lo que después harán ellos.

Ni putas ni princesas

MH: Vamos otra vez con la formación online: he leído que es la tercera edición de Ni Putas Ni Princesas, imagino que estarás contenta. ¿A quién va dirigida? ¿Cuál es el principal objetivo?

I.G.P.: El público principal son madres con hijas y educadoras, trabajadoras sociales, psicólogas y todas aquellas mujeres que trabajan o conviven con niñas, pero la verdad es que en la edición anterior tuvimos incluso mujeres que no tenían hijas y que se acercaron al curso porque tenían interés en aprender sobre educación desde una perspectiva de género. El objetivo es hacernos con herramientas que nos permitan conocer cuales son los mitos que rodean a la construcción de las identidades femenina y masculina y los comportamientos que se suceden debido a esta forma de socializarnos. Deshacernos de esos estereotipos nosotras mismas para poder educar a nuestras hijas para que desarrollen una personalidad libre y plena.

La principal desventaja de la educación para la equidad es que suele empezar demasiado tarde, durante la adolescencia, cuando ya se han adquirido patrones de comportamiento y estereotipos

MH: Eres la coordinadora y creo que te rodeas de un estupendo equipo de colaboradoras. ¿Imaginabas cuando empezaste que tu idea llegaría a tener esta aceptación entre tus seguidoras / es  y las profesionales que te apoyan?

I.G.P.: La verdad es que no tanto. Empezamos hace un año, bastante tímidamente, pero cada vez tenemos más aceptación, más consultas y más gente interesada. Es muy ilusionante.

MH: Cuéntanos, por favor, por qué nos va a gustar.

I.G.P.: Jaja, yo qué voy a decir. Porque es útil, porque es completo y porque además lo miramos todo también desde el sentido del humor. Porque se generan debates interesantes donde todas aprendemos a mirar desde otro punto de vista y porque algunas de mis alumnas hasta se han hecho amigas. Se comparte sin juzgar, se aprende y sobre todo se crece.

MH: Tengo curiosidad por saber: ¿conoces iniciativas similares que se desarrollen en otros países?

I.G.P.: Pues la verdad es que no, fuimos la primera formación que enfocaba la prevención de violencia de género desde la primera infancia, cosa que yo creo que es fundamental y que es el error de todas las campañas de prevención en la adolescencia, que se empieza muy tarde. Esperemos que pronto mucha gente nos copie.

Y hasta aquí la entrevista, aunque antes de finalizar debo hacer dos cosas:

1.- Animaros a que conozcáis un poco más la formación “Ni Putas, Ni Princesas” que empieza el próximo 3 de mayo (abajo tenéis toda la información).

2.- Agradecer a Irene su colaboración, pero sobre todo su contribución en la erradicación de estereotipos de género, porque el género no es más que un constructo cultural del que nos podemos salir, y frente al que podemos “proteger” a nuestras hijas para que sean dueñas de sus cuerpos y tengan la libertad de escoger ahora y en el futuro.

(Ha sido un placer entrevistarte 😉 ).

Más información — Ni Putas, Ni Princesas


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