¡Hola, hola! Hace unas semanas escribí un post sobre escuelas en la naturaleza que espero que os resultara interesante. Hoy os traigo una entrevista a Coti y a Ari, las directoras del fantástico proyecto Ojalá Hoja. ¿Qué es exactamente Ojalá Hoja? Pues una escuela en la naturaleza situada en Alpedrete (Madrid) donde los niños y niñas disfrutan directamente del aire libre.
Coti y Ari nos hablan de cómo surgió su proyecto, de lo que piensan sobre la educación actual, de los aspectos que cambiarían de ella y de un montón de cosas más. ¿Vas a perderte esta maravillosa entrevista? ¡Te animo muchísimo a leerla hasta el final! Sin duda alguna, el proyecto de Ojalá Hoja merece muchísimo la pena. ¡Empezamos!
Entrevista a Coti y a Ari sobre su proyecto Ojalá Hoja
Madres Hoy: Hola, chicas. Os quería dar las gracias por haber aceptado la entrevista para el blog. ¿Nos contáis cómo surgió la idea de Ojalá Hoja?
Ojalá Hoja: La idea surgió hace casi 3 años, cuando conocimos la existencia de las escuelas bosque del norte de Europa, en cuanto indagamos un poco sobre esta metodología tuvimos claro que era lo que queríamos hacer. Empezamos a estudiar, formarnos, visitar proyectos de escuelas bosque en Madrid, investigar… y cuando tuvimos la información necesaria empezamos a redactar nuestro proyecto.
MH: ¿Qué pensáis de la educación actual? ¿Creéis que está adaptada a las necesidades de todos los niños?
OH: Hemos trabajado varios años en escuelas y colegios convencionales, y es por ello que decidimos crear Ojalá Hoja. En la mayoría de los casos, los/as niños/as son los que se adaptan a la educación, y no al revés. Los/as niños/as tienen que cumplir una serie de objetivos iguales y todos/as a la vez, dejando de lado las necesidades individuales del alumnado, sin atender sus emociones y sus ritmos y motivaciones.
Lo cual les convierte en niños/as pasivos, dirigidos por un adulto, sin ser protagonistas de su propio aprendizaje. Creemos que la educación actual necesita un profundo cambio en el cual las necesidades reales de los niños/as se vean cubiertas y valoradas, como es por ejemplo, la necesidad de jugar.
MH: ¿Qué beneficios emocionales están asociados el contacto de los niños con la naturaleza?
OH: El contacto diario con la naturaleza trae multitud de beneficios en los/as más pequeños/as. Es un espacio multisensorial, donde los estímulos están en armonía y coherencia. Es un espacio que permite la independencia y al mismo tiempo la posibilidad socializar, reduce los niveles de estrés y ansiedad, aumenta la concentración, la sensación de bienestar, la autoestima, la resiliencia, la iniciativa, la capacidad de adaptación y la autonomía entre otros. Todo esto tiene cabida ya que se dedica el tiempo adecuado a sentir, a descubrir y a parar, para observarse a uno/a mismo/a y los/as demás. El simple hecho de fomentar el respeto hacia el entorno hace que las emociones se trabajen de manera espontánea.
MH: Algunas escuelas infantiles están enseñando a los niños de tres años a sumar y restar. ¿No hay cosas más importantes para la vida que aprender antes que esos conceptos?
OH: En Ojalá Hoja defendemos el juego libre y espontáneo como motor de aprendizaje, el ser humano aprende jugando, y es de vital importancia respetar esto, sobre todo en los/as más pequeños/as. Hemos dejado de confiar en la capacidad de los/as niños/as de aprender partiendo de su curiosidad y motivación, el/la adulto/a es el/la protagonista y el/la que elige los conceptos que cree importantes que los/as niños/as aprendan a muy tempranas edades, lo cual es un gran error.
La educación infantil se ha convertido en una carrera donde se presiona a los/as niños/as para que aprendan matemáticas o a leer y escribir cuando muchos de ellos aún no están preparados/as madurativamente, y dejando otra vez de lado las emociones y motivaciones de cada alumno/a. Estas presiones pueden conllevar en un futuro fracaso escolar.
MH: Vuestro proyecto cree absolutamente en la diversidad. ¿Qué beneficios tiene que los niños no sean separados por edades?
OH: En la diversidad está la riqueza, y se crean grupos muy bonitos, donde los/las más mayores ayudan a los/as pequeños/as y al mismo tiempo los/as más pequeños/as aprenden de los/as mayores. Es como una gran familia.
MH: ¿Podríais relatarnos cómo es un día para los niños en Ojalá Hoja?
Por la mañana esperamos en el campo cerca de la casa a que estemos todos/as, y nos dirigimos al campo donde hacemos una asamblea, que es nuestro momento del día de reunión grupal, donde hablamos de cosas que nos hayan pasado, decidimos dónde vamos a ir a jugar ese día, contamos cuentos, cantamos canciones, hablamos de conflictos que hayan podido surgir y/o de los límites. Después de la asamblea hacemos una propuesta de yoga, los/as niños/as que lo deseen participan, sino eligen su juego en la naturaleza.
A media mañana tomamos un aperitivo, y después juego libre o en días puntuales realizamos propuestas de actividades no dirigidas, que pueden ser de arte, música, movimiento, sensoriales… o cualquier actividad que pueda surgir por las motivaciones de los/as niños/as. Estas actividades nunca son obligatorias. Después comemos todos juntos en el campo, y si algún niño/a lo necesita puede dormir una siesta. Un poco antes de que vengan las familias, nos vamos acercando a la casita, donde nos encontramos con ellas.
Este horario es muy flexible, ya que los días son muy espontáneos. Dependiendo del tiempo meteorológico y de las necesidades de los/as niños/as se va modificando, y usamos la casita más o menos en función de esto.
MH: ¿Cómo es vuestra relación con las familias? ¿Hacéis actividades en las que padres y madres también puedan participar con sus hijos?
OH: La relación con las familias es muy cercana, creemos que es muy importante que haya una buena comunicación entre escuela y familia, ya que forman parte esencial en la vida de cada niño/a. En cuanto a las actividades, las familias son invitadas a participar en momentos puntuales en la escuela.
MH: En Ojalá Hoja, respetáis al máximo el ritmo de aprendizaje de los más pequeños. ¿Creéis que las escuelas infantiles a veces van demasiado deprisa con los niños y no asimilan el contenido?
OH: Sí, como hemos comentado antes, las escuelas infantiles se convierten muchas veces en una carrera para cumplir unos objetivos, a veces sin sentido, lo cual estresa a alumnos/as y profesorado. Para que exista un aprendizaje realmente significativo es necesario respetar las motivaciones y los ritmos de cada niño/a.
MH: Personalmente, he sido educadora infantil durante tres años y las actividades de los niños eran prácticamente dirigidas toda la jornada. ¿Qué importancia tiene el juego libre en vuestro proyecto?
OH: El juego libre es un pilar fundamental de nuestro proyecto. Lo consideramos realmente importante porque es la herramienta que utilizan los niños para descubrir el mundo que les rodea. El motor que les lleva a utilizar esta herramienta es la curiosidad, y esta curiosidad a su vez es el motor del aprendizaje, ya que el ser humano es curioso por naturaleza. Cuando un/a niño/a juega libre en un entorno óptimo llega a un estado de máxima concentración denominado “estado de flow”, donde se conectan neuronas de vital importancia en su desarrollo.
MH: ¿Utilizáis libros de texto o material didáctico en Ojalá Hoja?
OH: No utilizamos libros de texto, y el material que utilizamos es fundamentalmente material natural, estructurado y no estructurado, basado en los intereses de los/as niños/as.
MH: ¿Tenéis límites y normas de seguridad para que a los niños no les suceda nada?
OH: Sí, por supuesto, es muy importante tener ciertos límites de respeto y seguridad. Al hablar de educación libre mucha gente piensa que no hay límites pero contamos con límites que nos aportan seguridad y una relación de respeto entre nosotros/as y con la naturaleza y el entorno. Los límites que tenemos son claros y coherentes para que los/as niños/as los entiendan, los asimilen y los interioricen. Estos límites los trabajamos durante todo el año.
MH: ¿Creéis que las escuelas infantiles dan la importancia que se merece al medio ambiente?
OH: No podemos generalizar, ya que en muchas escuelas salen con los niños/as al campo y realizan actividades con materiales naturales. Pero en escuelas que se encuentran en grandes ciudades sin campo cerca no se suele dar mucha importancia al medio natural. Es muy típico ver cómo los/as niños/as realizan fichas del otoño, la primavera… en vez de salir a ver las hojas de los árboles caer, las flores…
MH: ¿Qué valores pueden aprender los niños que acuden a Ojalá Hoja?
OH: Valores como el respeto a uno mismo, a los/as demás y a la naturaleza y los materiales, la empatía, la confianza, el cuidado de los demás y del entorno.
MH: Chicas, ha sido todo un placer teneros en Madres Hoy. Pero me gustaría haceros una última pregunta. ¿Qué cambiaríais vosotras de la educación española?
OH: Pues a grandes rasgos, cambiaríamos la ratio, hay clases muy masificadas de niños/as, que dan pie a una educación muy dirigida y sin tiempo para escuchar a el/la niño/a y sus necesidades reales. Cambiaríamos las horas de fichas y de actividades dirigidas por juego libre y espontáneo. Y una formación continua del profesorado, lo que creemos fundamental para un cambio en la educación.
Muchas gracias por la entrevista tan bonita, ha sido un placer.
¿Qué os ha parecido la entrevista a Coti y a Ari? Espero que os haya gustado mucho su proyecto Ojalá Hoja.