Nuestros hijos es lo más importante que podemos apreciar, llenar nuestro amor con muestras de cariños y muchos besos es algo emocional que no podemos dejar de lado. Dar besos a los niños es una manifestación sensitiva que no podemos dejar de dar por alto, dar besos en cara o en los labios es algo recurrente, pero para muchas personas este acto no se corresponde como algo higiénico.
Demostrar nuestro afecto con muestras de amor es algo que perdurará como medida de apego y protección para el resto de sus vidas. Darles esta pasión desde que son pequeños es esencial para implantar ese amor esencial que tiene que perdurar para el resto de sus vidas.
¿Es importante dar besos a los niños?
Evidentemente es muy importante dar besos. Es algo innato que sale de nosotros porque nos gusta, porque es nuestra forma de querer y es una forma de entregar nuestro cariño. Por parte del niño sentirá un gran bienestar, calidez, seguridad y mucho amor.
No debemos de confundir en dar nuestro cariño, amor y afecto con el consentimiento. Ofrecerles nuestro amor es también ofrecerles nuestra protección, nuestras palabras, que se sientan seguros con sus seres queridos, es lo que necesitan y les aportan un gran beneficio. Los besos entran en conjunto de un gran complejo de cualidades, eso a los niños les da muchos beneficios:
- Estás haciendo que desarrolle una etapa infantil con mucha felicidad, le das tranquilidad y se relajan cuando se encuentran en circunstancias que le provocan ansiedad.
- Son momentos que les da mucha seguridad, les aumenta su autoestima y ayudamos a que se refuercen interiormente.
- Ante momentos negativos cómo caídas y frustraciones tenemos que reforzarlos con besos, tienen que sentirse protegidos, aunque no hay que hacerlo con excesiva protección. Tienen que saber gestionar ellos solos sus malos momentos sin la ayuda de un progenitor pero sabiendo que estamos ahí.
- Les ayuda a ser más positivos y les crea más tranquilidad para aprender y gestionar su inteligencia emocional, son niños que incluso duermen mucho mejor.
¿Por qué se llega a cuestionar si debemos besar a los niños?
Su teoría no es para nada indiscutible. Son muchos los expertos que recomiendan no hacer un uso excesivo de besos, la razón, por posibles riesgos de salud:
Los menores tienen un sistema inmunológico totalmente distinto e inferior al de los menores. Son mucho más indefensos los niños de 0 a 12 meses de edad por lo que son más susceptibles a contagiarse de muchos patógenos y pueden contraer más enfermedades.
El niño o bebé que es besado en la boca o mejillas ha tenido contacto con la saliva de un adulto y puede llegar ser contagiado por infecciones víricas, bacterianas o por herpes.
Pueden llegar a ser contagiados por la “enfermedad del beso” o la llamada mononucleosis infecciosa. Es una enfermedad muy común que aparece en muchos menores y muchas veces no se sabe buscar las consecuencias. Sus síntomas son malestar general acompañado de fiebre y con las glándulas linfáticas inflamadas.
Las llagas es otra de las consecuencias por las que muchas veces son ocasionadas por el contacto con besos. Aparecen como pequeñas lesiones o llagas dentro de su boca que provoca gran irritabilidad y malestar.
La caries se suele achacar también como posible consecuencia de el contacto de los padres a los niños con la saliva, ya que son grandes transmisores de bacterias que perjudican en la boca de los más pequeños.
Para tratar de evitar todas estas enfermedades es importante guardar una correcta higiene. Se recomienda no dar constantemente besos a los niños en la boca, ni chupar los chupetes con nuestra boca, ni siquiera compartir las cucharas. Es una medida estricta para muchos niños susceptibles a este tipo de infecciones, pero es un hecho que hemos provocado y visto siempre, y para algunos les resulta demasiado excesivo.