Si alguna vez has viajado en familia, al llegar a casa habrás sentido una pequeña sensación de vacío. Unos días libres siempre sientan muy bien y ayuda a conectar entre los miembros de una familia. Lo que ocurre, es que en algunas ocasiones, hay quienes piensan que como es algo que se pasa y se queda en el recuerdo, igual merece más la pena gastar el dinero en cosas materiales.
Las cosas materiales son “cosas” que quizá hacen algo de ilusión cuando se compran pero una vez que se tienen, esa emoción inicial desaparece y nos acostumbramos a ese objeto en cuestión. Sea el que sea. En cambio, cuando una familia decide gastar más dinero en viajes que en cosas materiales, se darán cuenta de que están haciendo la mejor inversión tanto a corto como a largo plazo.
Cuando una familia viaja, después de planificar el viaje y tenerlo todo preparado, se siente una gran emoción por el comienzo del viaje. Además, que aporta experiencias, vivencias y recuerdos que no podrá regalarte nunca ningún objeto material. Los niños necesitan viajar, necesitan estar en contacto con la naturaleza, conocer nuevos lugares…
Al viajar se abre la mente, se sale de la zona de confort y la mente se expande a unos niveles increíbles. Para poder crecer personalmente es muy importante viajar, y hacerlo en familia. Tener en cuenta que viajar es mucho más que conocer un lugar desconocido… significa vínculo familiar, amor, complicidad, resolución de conflictos… viajar es sin duda la forma más adecuada de poder disfrutar en familia.
No es necesario hacer grandes viajes. Viajar puede ser pasar un fin de semana en otra ciudad, ir a visitar a familiares a otra población, salir a conocer de excursión un lugar nuevo cercano a casa… Hay muchas maneras de viajar y aún más para disfrutar.