El tiempo de confinamiento todos los hogares llenos de personas y familias se ha alargado. Seguirá alargándose hasta que el contagio esté controlado y la población fuera de peligro. Estar tantos días encerrados en casa no es sencillo pero se puede sobrellevar mucho mejor de lo que te imaginas.
Aquellos con suerte tendrán una gran casa con jardín y no sentirán este encierro como algo malo, pero la gran mayoría de personas tienen pisos y casas pequeñas sin zonas exteriores, y será en estas personas y familias a quienes les resulte algo más complicado sobrellevar los días, ¡pero no tiene que ser malo!
Mal lo están pasando realmente aquellas personas que están en los hospitales, solos, sin sus seres queridos, sin entretenimiento… Las personas que tienen patologías previas y que están luchando cada día entre la vida y la muerte también están mal. Mal lo tienen todo el personal sanitario que les ha tocado vivir y luchar en frontera ante esta guerra vírica de la que todos queremos salir cuanto antes.
Por lo que no, estar en casa no es tan malo. Todo lo contrario. Si puedes estar en tu casa con tu familia, si puedes hacer videollamadas, si aún tienes ingresos y puedes pagar las facturas que se avecinan a final de mes… entonces, eres un afortunado y sin duda, debes sentirte agradecido de despertar cada mañana y poder desayunar junto con tus hijos.
Debes sentirte agradecido porque aunque estamos en momentos muy difíciles en la sociedad y con medidas drásticas que se deben tomar (y que tendrán daños colaterales), lo que más importa ahora mismo es que tu salud se mantenga fuerte y que tu familia esté unida. Todos somos uno en esta lucha contra la pandemia causada por el Coronavirus. Es difícil sí, pero juntos podremos superarlo… solo tienes que tener responsabilidad social y enseñárselo a tus hijos.