Escoliosis en niños y adolescentes

Todo sobre la escoliosis

La escoliosis es una afección de la columna que suele afectar en mayor medida en niños y adolescentes. Se caracteriza porque las vértebras se separan de la columna, se giran y forman una curvatura en muchos casos apreciable a simple vista y palpable al tacto. Muchas personas tienen la columna algo desviada, sin embargo, la escoliosis forma una curvatura hacia uno o ambos lados que puede afectar muy negativamente a la calidad de vida de quién la padece.

Este problema se desarrolla con frecuencia en la infancia y la preadolescencia y con mayor gravedad en el caso de las niñas. Según los especialistas, la causa de la escoliosis es en gran medida genética, aunque existen factores que la pueden empeorar, como el peso de las mochilas escolares durante la etapa estudiantil. Por otra parte, en periodos de crecimiento la desviación de la columna se puede agravar.

Por ello, es muy importante prestar mucha atención al dolor de espalda, a los cambios y síntomas que pueden presentar los niños. De esta forma, se podrá obtener un diagnóstico de forma precoz y comenzar el tratamiento. Solo así, la probabilidad de corregir el problema de la columna vertebral tendrá un porcentaje mayor. Presta atención a los siguientes síntomas y si los detectas en tu hijo, pide una cita con su pediatra.

Síntomas de escoliosis en niños y adolescentes

Escoliosis en niños

En la mayoría de los casos de escoliosis en niños y adolescentes, no aparecen síntomas apreciables hasta que la curvatura de la columna vertebral es muy evidente. Sin embargo, puedes observar algunos síntomas como los que te contamos a continuación.

  • Al observar a tu hijo de espaldas detectas que tiene un hombro o una cadera más alta que la otra.
  • Parece que su cabeza no está en línea con su columna vertebral, como si no estuviese alineada con su cuerpo.
  • Uno de sus omóplatos sobresale más que el otro.
  • Al inclinarse hacia adelante, da la sensación de que una de sus caderas es más plana. Como si las costillas estuvieran desplazadas hacia arriba en comparación con el lado opuesto.

Al primer síntoma de algún problema en la espalda, es fundamental acudir a la consulta del pediatra para que pueda revisar y realizar las pruebas necesarias. En caso de que se trate de algún tipo de escoliosis, será necesario intervenir rápidamente para evitar consecuencias graves para el niño. Una escoliosis no detectada y tratada a tiempo, puede acarrear consecuencias muy negativas para el niño.

Por una parte, la curvatura de la columna produce dolores de espalda, cadera y en las piernas porque el niño va modificando su postura a medida que va creciendo y la desviación lo hace con él. Por otra parte, puede producirse una deformidad severa, un problema físico que añade trastornos emocionales en una etapa tan compleja como es la adolescencia.

Cuál es el tratamiento de la escoliosis

Corsé para tratar la escoliosis

En los casos más leves y si se detecta pronto, no se suele aplicar ningún tratamiento más que la precaución y algunas medidas de prevención, así como las revisiones pediátricas cada 4 o 6 meses. Si la curvatura empeora, se suelen utilizar corsés o zapatos con alza para corregir la columna durante el crecimiento del niño. En los casos más severos, especialmente en niñas, es necesario el uso de un aparato ortopédico hasta que se termina el periodo de crecimiento.

Incluso, existe la probabilidad de que el niño necesite una cirugía para corregir la escoliosis en caso de que la curvatura empeore. El tratamiento puede resultar complejo para niño, molesto, incómodo y generar problemas sociales, ya que no deja de ser un aparato visible. Para ayudar al niño a llevarlo con normalidad, es muy importante explicarle en todo momento por qué es necesario ese aparato.


Trabaja la autoestima de tu hijo, enséñale a quererse para que esta circunstancia no tenga consecuencias emocionales. En caso de que el niño tenga que llevar el corsé ortopédico o un zapato con alza, es más que probable que su estado emocional sufra altibajos. Cuenta con la ayuda de un profesional de la salud mental para evitar que esos problemas deriven en algo mayor. Ya que, la escoliosis puede corregirse, pero los complejos y traumas emocionales son mucho más complejos de superar.


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