La caída de los dientes es un proceso natural para el niño, que lo vive con ilusión porque implica la llegada del Ratoncito Pérez. Además es un momento en el que se sienten que se van haciendo mayor. Es mejor que les expliques a tus hijos la historia del ratoncito antes de que se le caiga el primer diente, cuando se le empiece a mover, así perderá el miedo a la caída.
Pero ¿sabes de dónde viene esta tradición? y ¿qué hace el ratón con los dientes que va recogiendo? Te recordamos la historia para que se la puedas explicar a tus hijos, cómo otros países y culturas también tienen a su propio Ratoncito Pérez y además te recomendamos visitar su casa museo en Madrid.
¿Cuántos Ratoncito Pérez hay en el mundo?
El Ratoncito Pérez es un personaje fantástico que se encarga de recoger los dientes que se les caen a los niños y que estos ponen debajo de la almohada, por lo general guardados en un sobre o saquito. Por la noche, mientras los niños duermen, el ratoncito se lo lleva y a cambio dejará una moneda u otros regalos.
Los países hispanohablantes le llaman el Ratón o Ratoncito Pérez. Menos en México y Perú, donde se le llama el Ratón de los dientes. En España tenemos algunas variantes, así en Cataluña es l’Angelet (el Angelito) o La rateta (la Ratita), en el País Vasco, sobre todo Vizcaya es Maritxu teilatukoa, traducido es Mari la del tejado, y en Cantabria, L’Esquilu de los dientis, a ardilla de los dientes.
En Francia se le llama directamente Ratoncito, la petite souris, y en Italia tienen el nombre de Topolino, Topino, que significa ratoncito o Fatina, que significa hadita. En los países germanos hay seres fantásticos que se encargan de recoger los dientes, como Tooth Fairy, el hada de los dientes. Y en los países del Oriente Próximo existe la tradición de lanzar el diente de leche al cielo hacia el Sol.
La historia del Ratón Pérez
En España el Ratoncito Pérez ya era popular antes de que el padre jesuita Luis Coloma escribiera el cuento. Al sacerdote le pidieron que escribiera un cuento para el hijo de la Reina María Cristina, Alfonso XIII, que entonces tenía 8 años y al que se le había caído un diente.
El cuento trata sobre el rey Buby I, que es como la Reina María Cristina llamaba a su hijo. En esta versión el ratón vivía con su familia dentro de una gran caja de galletas, en el almacén de la confitería Prast. La pastelería no estaba muy lejos de palacio, en la calle Arenal número 8. El ratoncito se escapaba a menudo para llegar a las habitaciones del pequeño rey Buby I y las de otros niños pobres que habían perdido algún diente.
La costumbre de depositar los dientes de leche bajo la almohada ya existía en España antes de 1898, cuando se escribió el cuento, y era muy popular. Lo que hizo el padre Luis Coloma fue darle una aspecto más bonachón al ratón, que antes tenía fama de avaro y malhumorado.
El Museo del Ratoncito Pérez
En Madrid, al lado de donde vivía antes el Ratón Pérez, en Arenal 7, puedes encontrar un museo exclusivo de este personaje. En él vas a encontrar muchas curiosidades de su recorrido por las casas. Quienes lo pusieron en marcha han creado todo un universo, en el que vive el matrimonio Pérez, y sus tres hijos: Elvira, Adelaida y Adolfo.
El museo sigue abierto y se puede visitar, sólo que se ha reducido el aforo. Ahora hay que reservar las entradas solicitándolas a través de whatsapp: 634 297 294, con al menos un día de antelación. En ese momento te dicen la hora y el día concreto de disponibilidad. Hay visitas guiadas de 30 minutos de duración
Como novedad se amplía el recorrido, se puede visitar la sala de audiovisuales, con una introducción a modo de cuentacuentos. Se puede visitar la sala Pirámide, el despacho del Ratoncito Pérez y la maqueta de la casa familiar. Todos los documentos que necesitas para visitar la casa tendrás que imprimirlos en casa o llevarlos en el móvil.