En el año 2018, entrará en vigor en Francia la obligatoriedad de la vacunación a los menores de edad. Se pretende con esta medida incrementar la tasa vacunas que es muy reducida, y lo es porque un 41 por ciento (aproximadamente) de la sociedad francesa no se fía de las vacunas. Hasta ahora el sistema sanitario del país vecino mantiene un sistema mixto de vacunas recomendadas y obligatorias.
Frente a los colectivos anti vacunas, y la difusión de enfermedades que las relacionan con algunos efectos secundarios (debido a la utilización de conservantes como las sales de aluminio); las autoridades sanitarias se ven en la necesidad de informar sobre la reaparición de enfermedades inmunoprevenibles debido a menores tasas de vacunación infantil.
De todas formas, aunque el primer ministro (Edouard Philippe) ya ha realizado el anuncio, aún no se conocen muy bien los pormenores. Por ejemplo, la sociedad francesa no sabe si las 11 vacunas serán financiadas al 100 por cien, o si la regulación contemplará cláusula de exención para las familias que se nieguen a que sus hijos sean vacunados.
Entre otros factores que han resultado determinantes en la decisión, ha sido el anuncio en Italia de que la vacunación sería obligatoria para los menores de 0 a 6 años que sean matriculados en Educación Infantil de primer o segundo ciclo; de esta manera se espera aumentar la cobertura vacunal.
En el país vecino, los médicos consideran absurdo que se llegue a considerar la no vacunación como una decisión de beneficios individuales, puesto que en realidad el repunte de enfermedades como el sarampión (este mismo año) tiene repercusiones más allá de la propia familia. En mi opinión, la obligatoriedad podría provocar (al menos inicialmente) más reacciones adversas en quienes desconfían de las vacunas, pero todo está por ver. ¿Qué pensáis vosotras? ¿creéis que es adecuado imponer la vacunación?
Vía — Hipertextual