Hay condiciones que poden afectarnos desde el nacimiento como es el frenillo lingual de la que estamos seguras habrás oído hablar. Y es que esta condición caracterizada por alteraciones en la membrana que conecta la parte inferior de la lengua con la base de la boca, es relativamente común.
¿Qué es el frenillo lingual y cómo detectarlo? Hoy ponemos la atención en responder estas dos preguntas que especialmente si eres madre primeriza estoy segura te interesan. Afortunadamente, existen diferentes tratamientos que permiten corregir esta condición y mejorar la calidad de vida de las personas afectadas, así que ya te adelantamos que ¡no debes preocuparte mas de lo necesario por ella!
¿Qué es el frenillo lingual?
El frenillo lingual, también conocido como anquiloglosia, es una condición del frenillo en la cual esta membrana que conecta la parte inferior de la lengua con la base de la boca, es más corta, gruesa o tensa de lo normal.
En casos donde el frenillo es demasiado corto o está demasiado adherido a la lengua, puede afectar al movimiento y la funcionalidad de este órgano vital para el habla y la alimentación, por lo que suele ser necesario corregirlo.
¿Cómo detectarlo en niños?
El frenillo lingual suele detectarse en los niños cuando aparecen problemas en el desarrollo del lenguaje o la alimentación en etapas tempranas. En esos casos y para descartar diferentes motivos, el médico examinará la boca del niño en busca de signos evidentes de frenillo lingual corto.
En ocasiones basta con analizar el movimiento de la lengua y comprobar que no puede moverse libremente. Pero también es posible detectarlo por existir problemas para levantar la lengua hacia el paladar o presentar una punta en forma de corazón cuando la lengua se extiende.
También es importante evaluar la función de la lengua en relación con la alimentación y el habla. Así podría ser necesario que el profesional observe cómo el niño succiona, traga, mastica o produce determinados sonidos.
Además, el profesional se valdrá, por supuesto, de un examen físico si fuera necesario, palpando cuidadosamente el frenillo para determinar su longitud, grosor y movilidad, molestando mínimamente al pequeño.
¿Cómo se trata y se corrige?
La detección temprana del frenillo lingual en niños es fundamental, ya que este puede afectar el desarrollo del habla y la alimentación. Así, si se detecta un frenillo lingual corto que está causando dificultades, se pueden tomar medidas adecuadas para corregirlo y mejorar la calidad de vida del niño.
Las medidas a tomar dependerán de la gravedad de la afección y los síntomas presentes en cada niño. Todas, eso si, estarán encaminadas a lograr un movimiento óptimo de la lengua para favorecer la pronunciación adecuada, una correcta succión y deglución, y en general mejorar la calidad de vida.
- En casos leves, donde el frenillo no afecta significativamente la capacidad de hablar o comer, puede no ser imprescindible la intervención médica. Existen ejercicios y terapias de estiramiento para fortalecer y mejorar la flexibilidad de la lengua. Técnicas incluyen masajes, movimientos específicos y ejercicios de estiramiento, que pueden ser dirigidos por un logopeda o terapeuta del habla.
- En casos graves, cuando el frenillo interfiera con el movimiento normal de la lengua, puede ser necesario un tratamiento más invasivo. El mas común es el conocido como frenotomía o frenectomía lingual, una intervención quirúrgica menor que consiste en cortar o liberar el frenillo lingual. Es un procedimiento sencillo que se realiza bajo anestesia local y generalmente resulta seguro. La recuperación, además, es rápida y raramente se requiere sutura, por lo que el niño estará como si nada hubiera ocurrido en poco tiempo.
¿Has detectado dificultades para comer en tu hijo? ¿Dificultades en el habla? Si es así es importante que busques la atención de un especialista para primero confirmar el frenillo lingual y después con el espacialita determinar el mejor tratamiento.
Ahora que ya sabéis que es el frenillo lingual y cómo detectarlo, tendréis mas herramientas para intuirlo y no preocuparos en exceso, ¡seguro!