Todas las mamás conocéis lo saludable que es para vuestros hijos el consumo diario de fruta. Los expertos recomiendan incluir en la dieta de los niñós tres piezas al día por su alto contenido en agua, vitaminas fibra y minerales.
Ya sois muchas las que escogéis esa opción para el desayuno o la merienda del cole. Incluso hay escuelas que han implantado «el día de la fruta».
En los supermercados encontramos cada vez más productos con fruta fáciles de llevar. Las bolsitas de fruta triturada para beber, son un ejemplo. Tienen un envase muy llamativo para los peques y según sus fabricantes «equivalen a una ración de fruta». Sin embargo, los nutricionistas alertan sobre el alto contenido en azúcares y grasas de este tipo de alimentos envasados.
Fruta fresca para los desayunos y las meriendas
Una opción es llevar una pieza de fruta limpia y entera. Sin embargo, los niños más pequeños no saben pelarla y les cuesta bastante comérsela si no está cortada en trocitos.
Está claro entonces que la opción más aconsejable es preparar una fiambrera con la fruta limpia, pelada y cortada.
Puede ser variada o una pieza sola (que no sea de un tamaño exagerado):
- manzana, naranja o mandarina (a gajos)
- uva, melón o sandía (sin pepitas)
- pera o melocotón (que no sean muy maduros)
- plátano (en rodajas)
- piña, fresas, etc.
- siempre es aconsejable que sean frutas de temporada.
El problema es cómo podemos preparar la fruta cortada para que no se oxide y a la hora del recreo tenga un aspecto apetecible y, no acabe en la papelera del cole.
La oxidación es un proceso natural que se produce cuando el alimento entra en contacto con el aire dándole un color marrón oscuro, pero ten en cuenta que este proceso no altera sus propiedades nutricionales ni el sabor. ¡Sólo es un falso mito más!
¿Cómo evitar que la fruta cortada se oxide?
Aquí tienes unos cuantos truquitos que te pueden ser muy útiles:
- Después de trocear la fruta rocíala con unas gotitas de zumo de limón o de naranja. El ácido de los cítricos retrasa la oxidación. Puedes usar un bote vaporizador.
- Usa preferiblemente fiambreras de aluminio de cierre hermético.
- Corta las manzanas en trozos y después vuelve a recomponerlas de forma que las partes no entren en contacto con el aire. Coloca una goma elástica para sujetarla.
- Si utilizas bolsas de plástico de cierre hermético, como las que venden para congelar alimentos, asegúrate de exprimir todo el aire antes de cerrarla.
- Sumerge los trozos recién cortados en un bol de agua fría salada (media cucharada de sal por cada litro de agua). Al retirarlos, debes enjuagarlos con agua natural.
- Moja una servilleta de papel en agua y colócala encima de la fruta cortada antes de cerrar la fiambrera.
- ¡Cuidado con el cuchillo que usas! Te recomiendo los de plástico o de cerámica.
- Añade un poco de almíbar de piña o de melocotón a la fiambrera.
- Descubre los alimentos de cuarta gama. Son frutas y verduras que se lavan, trocean y envasan antes de su venta en una atmósfera protectora. Muy práctico pero no tan económico.
¿Qué truco utilizas tú? ¿Nos lo cuentas en los comentarios?
Útimas observaciones
- Los niños con obesidad o sobrepeso deben moderar el consumo de frutas con alto contenido en azúcares, pero pueden consumir sin problema una mayor cantidad de cítricos.
- Para que los desayunos y meriendas sean más divertidos y variados, ¿qué te parece añadir un tentempié vegetal? Unas pasas, unas tiras de zanahoria o de queso o, unos tomatitos cherry, por ejemplo.
- La mejor bebida para acompañar todas las comidas es el agua. No es nada aconsejable abusar de los zumos envasados y/o los lácteos azucarados o con sabores a fresa o a chocolate. Os recomiendo guardarlos sólo para ocasiones especiales.
- Pensemos en verde. Intenta evitar el uso de papel de aluminio que no es para nada ecológico y no sirve de mucho.