Por supuesto que sí. La fase de gatear es fundamental. Se produce alrededor de los 8 meses. Hay niñas y niños que nunca pasan la fase de gateo. Hoy hablaremos de la importancia que tiene gatear, para qué sirve y porqué no debemos obligar a que el niño de sus primeros pasos de pie, sino dejarlo que él mismo se vaya adaptando.
Para empezar gatear requiere coordinación de brazos y piernas, y eso es fundamental para el cerebro de nuestro pequeño, más allá de que le hará atreverse y descubrir el mundo por sí mismo. Por tanto gatear tiene consecuencias a nivel motriz, intelectual y emocional.
Ventajas del gateo
Que un bebé gatee favorece su desarrollo muscular, sus brazos y las piernas cogen más fuerza, lo que será fundamenta más adelante para incorporarse.
También favorece la coordinación entre lo que el ojo ve y lo que la mano y el pie hacen. Es decir ayudará a su coordinación. Aunque esto pueda parecer trivial no lo es. Recientes estudios han descubierto que el proceso de gateo tiene que ver después con la psicomoticidad fina, aspecto fundamental para aprender a leer y escribir. En este proceso de leer y escribir, mano y ojo deben coordinarse y esto se consigue desde el gateo.
Más ventajas: como la cabeza y el cuerpo están en distinto plano y el niño tiene que aprender a no irse para los lados o hacia delante. Así que tiene que mantenerse estable. Su equilibrio es fundamental.
Sicológicamente es una etapa fundamental, ya que “conquista y llega” hasta donde se lo proponga, calcula las distancias y comienza a separarse de su mamá y papá. Es su primer acto de independencia. El bebé va a descubrir por sí mismo su entorno, sus texturas, colores, olores, sus conexiones cerebrales están a tope.
Cómo pueden los padres favorecer esta etapa
Cuando empieces a notar que tu hijo empieza a demandarte mayor espacio, búscale un lugar en el que pueda moverse de un lado a otro con facilidad. No le obligues a ponerse de pie, ya lo hará cuando llegue su momento y se sienta confiado.
Te recomiendo cerrar las puertas de las habitaciones, poner tapones en los enchufes, forrar las esquinas de los muebles. También piensa en la ropa que le pones a tu bebé, está empezando a gatear y necesita sentirse cómodo. Es mejor que no use zapatos.
Puede que en un principio el niño gatee “raro” con una pierna levantada y la otra no, haciendo la croqueta y luego levantándose, déjalo, está aprendiendo. Puedes ayudarlo sujetándolo a cuatro patas y apoyando sus manos hacia adelante, o si te ve a ti gatear. Ten en cuenta también que sus músculos se cansan y necesitan fortalecerse, así que no le presiones con un pasillo de 5 metros, ya lo recorrerá, eso y más. Te lo podemos asegurar.
Juegos y actividades para estimular el gateo
Hay algunos ejercicios previos al gateo que puedes ir haciendo con tu bebé. Por ejemplo cuando le cambies o en el baño, puedes ir extiendo y flexionando sus piernas como si estuviera haciendo la bicicleta. Así va cogiendo fuerza para el gateo.
Este juego sirve para desarrollar la musculatura abdominal y le ayudará a desarrollar su atención. Coloca a tu bebé en una manta frente a ti y ponle un juguete llamativo justo al alcance de su mano, delante. Luego cuando tiene ese, le vas poniendo otros igual de llamativos y los pones cada vez un poco más alejados de su mano, hasta que llegue un momento que con inclinarse hacia adelante no llegue. Puede que tenga tanto afán por cogerlo que acabe boca abajo, o a cuatro patas. Lo importante es que se vaya balanceando para fortalecer su musculatura.
Las pelotas con ruido o los juguetes cilíndricos son buenos en esta etapa, porque obligan al niño a perseguirlos. Otra cosa que les encanta a los bebés es que gateen a su lado, recorre tú también la casa a cuatro patas como si fuera lo más normal del mundo.
Espero que todos estos consejos te hayan servido.Si quieres leer algo más sobre los tipos de gateo lo puedes hacer aquí.