¡Ha sido niña! ¿Le pongo pendientes?

Poner pendientes a las niñas

Si tu decisión es la de ponerle los pendientes, asegúrate de comprar unos de oro o los llamados «hipoalergénicos».

En nuestra cultura sigue siendo muy común hacer agujeros en las orejas a las niñas recién nacidas. En cambio, en otros lugares del mundo las niñas no se hacen los pendientes hasta la adolescencia y en muchas ocasiones no llegan a perforarse ni a ponerse nada. El motivo por el que ponemos pendientes a las niñas pequeñas en nuestro país suele ser siempre estético, para que se diferencie bien de un varón (como si la moda del rosa no fuera suficiente).

Elegir ponerlos o no, como casi todas las elecciones de un bebé, es decisión de los padres. Hace mucho tiempo que se practica la perforación de lóbulos a las niñas. Hoy, con el resurgimiento de la crianza respetuosa (y gracias), han empezado a surgir corrientes que califican de «abuso» a la cuestión de poner pendientes a un bebé que aún no puede decidir por sí mismo. Es cierto que es algo sexista, mujeres con pendientes y hombres sin ellos, pero hoy en día no es raro tampoco ver a hombres (niños pequeños incluso) con pendientes. Creo que deberíamos de calificar los pendientes como un adorno del cuerpo opcional y decisión de uno mismo para ambos sexos y no como algo diferenciador de géneros, tal vez así podríamos ver las cosas de otra manera.

No obstante, si has tenido una niña y estás convencida de ponerle los pendientes, mi recomendación es que esperes un poco a que el lóbulo madure (unos 8 meses aproximadamente), que no esté tan blandito y que crezca en tamaño. Y lo más importante, que vayas a sitios adecuados para la realización de pendientes «sin dolor»; muchas matronas en sus consultas los hacen utilizando un anestésico en spray.

Nunca vayas a hacerlos a un lugar en los que utilicen pistola, por muy barato que sea. El momento pendientes «sin dolor» es algo traumático para nuestros pequeños, pero imagínate el hecho de hacerlos con una pistola que, aparte de doler más, asusta con el ruido que emite el aparato, lo que puede hacer que nuestros hijos se muevan y queden unos pendientes mal hechos, desiguales y con más probabilidades de infección. Si estás indecisa, espera y no se los hagas. Ya tendrá tiempo de pedírtelos ¡y tal vez antes de lo que imaginas!


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  1.   Macarena dijo

    Hola, yo querría comentar mi experiencia al respecto: decidimos no ponerle pendientes a la niña cuando nació, ni después… La idea era dejar pasar el tiempo y que fuera ella quien decidiera.

    Hace 2 años (a los 9) quiso perforarse las orejas, y fuimos a una joyería, le pusieron pendientes provisionales. Ocurrió que al día siguiente perdió uno de ellos y se cerró el agujero, al decirle que volveríamos a que se lo volvieran a hacer se negó porque recordaba el pinchazo. Y así sigue, con 11 y sin pendientes.

    No pasa nada si no los lleva, no pasaría nada si mañana quisiera volver a probar. Estoy convencida de que el dolor es el mismo, independientemente de la edad que tengan, lo que pasa es que los bebés muy pequeños no han madurado su respuesta, y si no lloran es por eso, no porque no sufran.

    Claro que como explicas Yasmina, hay formas de hacer las cosas mejor, en beneficio de los niños, de eso se trata. El post es muy interesante.

    Como curiosidad, hará también 2 años (coincidiendo con el intento de mi niña) hablé con una persona que trabajaba haciendo piercings; me contaba sorprendida que hay padres que se alarman cuando las niñas adolescentes quieren hacerse agujeros en otras partes del cuerpo, y no caen en la cuenta que ellos mismos han sido quienes decidieron que llevara pendientes tras el nacimiento.

    Un saludo.