Mucho se habla últimamente de los hábitos de vida saludable y en muchas casas, ya se están estableciendo cambios para mejorar en muchos aspectos de la rutina diaria. Algo maravilloso, que ayudará a los niños a familiarizarse con aquellas acciones, que les ayudan a cuidar su salud en todos los sentidos. Sin embargo, todavía existen algunos hábitos menos saludables que perjudican muy negativamente a toda la familia.
Hábitos no saludables
Cuando se habla de hábitos saludables, se suele entender por alimentarse de una forma más sana y practicar ejercicio regularmente. Lo que supone dejar atrás rutinas tan importantes como la higiene, hacer planes en familia o fomentar la cultura, por ejemplo. Estos hábitos no saludables, pueden parecer en principio inofensivos, pero a la larga, pueden ser realmente negativos para la salud de cada uno de los miembros de la familia.
Estos son algunos de los hábitos no saludables más comunes, aquellos que ponen en riesgo el bienestar familiar.
Hacer un mal uso de los medicamentos
Muchas personas acostumbran a automedicarse de forma habitual, y lo mismo ocurre con los niños. Todos los padres y madres saben cuáles son los analgésicos que pueden consumir los niños, y como se tienen en casa, se hace uso de ellos cada vez que el niño suelta una tos. Algo completamente incorrecto, ni los niños ni los adultos, deben tomar ningún tipo de fármaco, ya sea con receta o sin ella, si no es bajo la supervisión del médico.
Realizar las comidas frente al televisor
O no compartir ni una sola comida en familia al día, son hábitos que influyen negativamente en la relación entre los miembros de la familia. Aunque las obligaciones diarias te impidan compartir todas las comidas con tus hijos, al menos una de ellas debería hacerse todos juntos. Y esto significa, todos sentados a la mesa sin ninguna distracción, ni televisión, ni teléfonos móviles etc.
Tomar demasiado azúcar
De sobra es conocido el perjuicio del exceso de azúcar para la salud en general, especialmente para los niños en periodo de crecimiento. Está muy bien controlar la alimentación de los niños y vigilar que coman lo más saludable posible. Pero si después tienes en la despensa productos procesados y con exceso de azúcar, todos los consumiréis ocasionalmente perjudicando vuestra salud.
Fomenta el consumo de dulces caseros, que podréis preparar en familia y así compartir momentos de calidad todos juntos. Así como el consumo de frutas, que es la golosina más rica y sabrosa que se puede encontrar. No obstante, si quieres compartir unas gominolas saludables con tus hijos, en el enlace encontrarás una sencilla receta.
No descansar lo necesario
Los niños imitan el comportamiento de los adultos, por lo que es fundamental que seas el mejor ejemplo para tus hijos en todos los sentidos. La falta de descanso se contagia, es decir, si tu te acuestas tarde cada día, tus hijos heredarán esa forma de alargar el día de forma innecesaria. El sueño es esencial para gozar de una saludable salud mental, tanto para los adultos como para los niños.
Utilizar la comida basura como una recompensa
En muchas ocasiones, se utiliza la comida basura como una recompensa a una acción bien hecha. Algo del todo incongruente, ya que la comida rápida nunca es saludable y en ningún caso debe utilizarse como premio. Y ¿por qué se hace? Porque la mayoría de las veces se utiliza como excusa para tomar ese tipo de productos y eliminar el sentimiento de culpabilidad.
Dado que los adultos, son conocedores de los peligros de los excesos en el consumo de comida basura y los niños no lo son. No pasa nada si ocasionalmente tomáis este tipo de comida, pero en ningún caso debe hacerse ver que es una recompensa. Porque le estarías lanzando un mensaje equivocado a los niños, que entenderían que la comida basura es algo bueno y lo tomarían como un premio a cada una de sus buenas acciones.
No te pierdas estos consejos sobre hábitos de vida saludable para compartir en familia, porque la familia que se cuida unida, permanece unida.