No todos los niños tienen una familia que pueda alimentarles y darles el cariño que necesitan. en muchos casos, y no sólo en países del Tercer Mundo, estos niños y niñas también tienen que contribuir al mantenimiento del hogar. Hoy, Día Mundial contra el Trabajo Infantil, puedes hablar con tus hijos sobre este tema y explicarle las realidades de otras familias.
Con la pandemia global del COVID-19 se ha dado un aumento del trabajo infantil en todos los países, porque muchas familias están en una situación económica mucho más vulnerable que antes.
¿Qué es trabajo infantil y qué no lo es?
No todas las tareas que hacen los niños se clasifican como trabajo infantil y, por tanto, tienen que ser erradicados. El trabajo infantil se entiende como todo trabajo, remunerado o no, que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad. Les perjudica para su desarrollo físico y psicológico.
Hablamos de trabajos que son peligrosos y prejudiciales para su bienestar físico, mental o moral del niño; interfiere en su escolarización porque les priva de asistir a la escuela, les obliga abandonarla a de forma prematura, o la combinan con un trabajo pesado y que consume mucho tiempo. La forma más extrema de trabajo infantil son los niños sometidos a situaciones de esclavitud, separados de su familia, y trabajos sexuales.
Por lo general, que los niños o adolescentes participen en trabajos que no atentan contra su salud, ni interfieran con su escolarización se considera positivo. Hablamos, por ejemplo, de ayudas en las tareas del hogar, colaboración en un negocio familiar o aquellas que hacen durante las vacaciones. Este tipo de actividades suelen ser positivas para el desarrollo de los niños, les proporcionan calificaciones y experiencia, y les ayuda a prepararse para ser miembros de la sociedad.
Materiales para trabajar con tus hijos este concepto
En distintos canales de youtube, vídeos educativos , material de ACNUR y otras organizaciones vas a encontrar muchas estadísticas, datos y ejemplos de lo que es el trabajo infantil para que puedas hablar con tus hijos sobre ello. También encontrarás cuentos en los que se narra la historia de niños que viven trabajando, no sólo en África o América Latina, sino que por ejemplo la historia de Pedro y Juan no juegan se desarrolla en una ciudad europea.
En especial te queríamos recomendar una guía que se publicó en el año 2009, por parte de la OIT, aunque sea un poco antigua su metodología sigue vigente. En esta guía se plantea un reloj comparativo con las horas que un niño en La India, es el ejemplo que aparece, le dedica a su trabajo e ir a la escuela. Y deberá ser tu hijo o hija, quien haga este mismo reloj, con las horas que él dedica a la escuela, a jugar con sus amigos u otras actividades. Resulta muy ilustrativo comparar ambos. Tienes más detalles sobre esta actividad aquí.
Siguiendo la tendencia de los escaperoom, UNICEF España ha lanzado la campaña #TheUnescapeRoom, un vídeo experimento social en el que los niños pueden ponerse en la piel de los otros niños y niñas que trabajan en las condiciones más extremas. Los datos que maneja UNICEF son que 151,6 millones de niños y niñas son víctimas del trabajo infantil en todo el mundo.
¿Existe el trabajo infantil en España?
Es posible que al hablar con tus hijos sobre este tema te digan que esto, el trabajo de los niños, existe en otros lugares, pero no en España. Esto es cierto solo a medias. La OIT en su último informe habla de que el trabajo infantil en España se esconde tras la prostitución y la mendicidad. A algunos menores, además de ejercer la prostitución, se les obliga a mendigar con bebés, a cometer hurtos o a recoger firmas de apoyo para organizaciones que no existen. En España, los únicos menores de 16 años que pueden trabajar gracias a un real decreto son los que se dedican al ámbito artístico.
Lo cierto es que, afortunadamente en Europa no se llega a los números que en otros lugares del planeta. Casi la mitad del trabajo infantil (72 millones de niños y niñas) se concentra en África; 62 millones en Asia y el Pacífico; 10,7 millones en las Américas; 1,1 millones en los Estados Árabes; y 5,5 millones en Europa y Asia Central.