Hijos que se portan peor con su madre: ¿por qué lo hacen?

Niña en el parque grita a su madre tras una reprimenda.

Los niños hacen saber a su madre su malestar o disconformidad y son ellos mismos, sin ningún tipo de miedo.

En muchas ocasiones se han cuestionado los motivos que afectan a que los hijos se enfaden más o tengan más berrinches cuando sus madres están con ellos. ¿Qué ocasiona que un niño que tanto quiere a su madre le haga pasar un mal rato? En este artículo vamos a dar algunas claves.

Los niños y su mal comportamiento

Los niños pequeños se enfadan, se portan mal, y tienen rabietas de un modo más acentuado entre 1 y 3 años. Es una edad en la todavía no logran comunicarse con suficiente claridad o como ellos quisiesen, ni equilibrar sus emociones, por lo que existe la frustración o miedo en ellos. Frecuentemente los padres miran extrañados a sus hijos y les dicen que no se explican bien. Esto puede llevarles a sentirse mal e incomprendidos, y es que aún no saben hacerlo mejor. Ante dudas con determinados comportamientos puede consultarse al pediatra, sin necesidad de alarma. El tiempo irá a favor del desarrollo emocional y conductual del niño.

Los niños no se portan mal con todo el mundo. Será habitual ver a un niño tímido o desconfiado con un adulto al que conoce poco, y ocurrirá lo contrario cuando está en casa. Cuando un niño se ve así se dice de él que está enmadrado o malcriado, algo que no siempre se corresponde con la realidad. El niño al igual que un adulto se abre con quien conoce más y pasa más tiempo. Con esta actitud la madre y el padre pueden decidir si el niño está capacitado o no para acudir a ciertos eventos o quedarse con otras personas.

La madre: el todo del hijo

Niña desolada tras un berrinche con su madre.

Se dice que un niño está enmadrado cuando se porta peor con su madre. Generalmente los niños no se esconden bajo falsas apariencias con la persona que más conocen y quieren.

Los niños que toman leche materna perciben por el olor de su madre que está en la habitación y lloran o se despiertan. Las feromonas influyen en estos comportamientos. Se dice en un estudio que las feromonas también son las causantes de que los niños elijan a sus madres para hacerlas conocedoras de sus rabietas y malestar. Los hijos se portan peor con ellas. La madre comprende las reacciones de su hijo mejor que nadie, por ello el hijo se siente confiado para actuar bien o mal según lo sienta. Para la madre lo mejor es actuar con paciencia y amor, sabiendo poner límites.

Es inequívoco que las personas se comportan de un modo diferente con alguien a quien conocen, comprenden, ven a diario y aman profundamente, más que con otra persona. La madre es para un niño su todo, es a quien conoce desde antes de nacer y el vínculo es profundo e intenso. Un niño se comporta tal y como es en cada momento con su madre, no ha de fingir ni contenerse. Al niño no le da pudor mostrarse indignado o llamar su atención, es más desea hacerlo y despertar en ella sensaciones. Si se porta mal su madre estará más pendiente, le atenderá, reprenderá y no le dejará.


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