El desayuno ideal debería estar constituido por lo siguiente:
- Un producto lácteo
- Algo de beber como zumo, leche…
- Cereales
- Una pieza de fruta o un buen batido de frutas para tomar al mediodía
A partir de este esquema puedes ir variando los desayunos según tus necesidades. Muchos nutricionistas aconsejan tomar las típicas tostadas con mantequilla y mermelada. Aunque siempre se intenta acusar al pan como una de las principales fuentes del aumento de peso, es un alimento sano y equilibrado que se puede tomar tranquilamente incluso durante el embarazo.
Para que te sea más fácil toda esta tarea del desayuno, te voy a dar algunas ideas que podrás preparar. Para evitar la monotonía también puedes hacerte postres ligeros que contengan fruta (un crumble de manzanas, por ejemplo).
En todo caso, escucha a tu cuerpo. Si no te sientes capaz de comer todo, aunque no sea una cantidad suficiente, no te fuerces. A mediodía puedes tomar algo ligero o comer mejor en la siguiente comida. ¡Vamos allá con esas ideas de «menú» para el desayuno!
Recordad: la cafeína está desaconsejada durante el embarazo. Si acaso tomáis un vaso de café o té en el desayuno (con leche, por supuesto), no volváis a tomar más en todo el día.
Desayuno clásico
- Leche con cacao
- Al menos 2 rebanadas de pan con mantequilla o mermelada
Para el mediodía
- Un vaso de zumo de frutas (natural).
Desayuno rápido
- Café o té
- Galletas de cereales (las hay con chocolate, de frutas, con muesli… La que más os gusten)
- Un yogur de frutas
Para el mediodía
- 2 melocotones ó 1 manzana
Desayuno gourmet
- Café o té
- Un trozo de tarta/pastel/bizcocho
Para el mediodía
- 2 naranjas
Desayuno especial
- Cereales con leche (a ser posible con trocitos de frutas, ya sean frescas o secas)
- Zumo de naranja recién exprimido
Para el mediodía
- Una manzana o un poco de queso blanco
Y vosotras, ¿Qué desayuno habéis elegido?
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