Tradicionalmente se tiende a pensar que la filosofía no es para niños, que su complejidad la convierte inaccesible para los más pequeños. Pero afortunadamente, en los últimos años muchos han sido los defensores de la filosofía para los más pequeños. Los niños son grandes pensadores, que también se preguntan el por qué de las cosas y por lo tanto, potenciales filósofos.
La cuestión es que no resulta una tarea tan fácil, la filosofía no se enseña en las aulas infantiles por lo que esta información no llega a los niños. No obstante, es posible educar a los niños y enseñarles a filosofar de una forma sencilla y divertida, en definitiva, enseñarás a tus hijos a pensar, a buscar el sentido de las cosas y a sacar conclusiones. Por lo tanto, estarás preparando a tus hijos para ser personas curiosas, con criterio e ideas propias.
Enseña a tu hijo a filosofar
Existe una importante diferencia entre enseñar filosofía y aprender a filosofar. En la primera, se estudia la historia de la filosofía, se trata de memorizar conceptos. En cambio, aprender a filosofar va mucho más allá, consiste en aprender a formular preguntas abiertas, a buscar la respuesta en distintos campos, a saber mantener un debate y a buscar conclusiones.
Por todas estas razones, enseñar a los niños a filosofar les aporta grandes beneficios para su desarrollo cognitivo y emocional.
Cómo introducir la filosofía en la infancia
A través de juegos y de actividades en familia, puedes introducir la filosofía en casa de una forma muy sencilla.
El debate abierto
Aunque pueda parecerte una tarea muy complicada, iniciar a los niños en la filosofía es bastante sencillo. Es una cuestión de formular preguntas abiertas, de forma que no exista una sola respuesta y el niño tenga la posibilidad de buscar posibles soluciones. Por ejemplo, preguntarle a tu hijo qué ha hecho hoy en el colegio tiene una respuesta cerrada, con una sola solución, son las preguntas que se hacen en la escuela.
Por el contrario, preguntas como ¿por qué te sientes tan triste? ¿Cómo puedo ayudarte para que te encuentres mejor? ¿los perros también lloran? Son preguntas que invitan a la reflexión, con la ventaja de que no existe una única respuesta válida.
Desarrolla la creatividad
La expresión del arte es una forma de filosofar, deja que tus hijos pinten y dibujen aquello que sale de sus pensamientos más profundos. Después, en familia buscad el sentido que cada uno le dais a ese dibujo. También puedes utilizar obras de arte conocidas, de forma que además de aprender a filosofar, introducirás a tu hijo en el maravilloso mundo del arte.
Esta es una actividad perfecta para realizar en familia y pasar grandes momentos de calidad todos juntos. El debate abierto permite que cada uno exponga sus pensamientos, poniendo sobre la mesa distintas impresiones. Cualquier método es válido, a través del arte, de la música, del cine o de los cuentos.
El significado de las canciones
La música es la medicina para el alma, cuando aprendes a escuchar la letra de las canciones y preguntarte el por qué de esas frases, comienzas a filosofar. Esta es una gran alternativa para introducir a los niños en la filosofía, puedes utilizar canciones infantiles o alguna un poco más profunda. En cualquiera de las frases puedes encontrar una pregunta abierta que invite al debate.
Una de las grandes ventajas de filosofar en familia es que esto fomenta los momentos de calidad, en los que podrás conocer mucho mejor la personalidad de tus hijos a través de sus ideas y pensamientos. Los juegos son los grandes aliados para el aprendizaje infantil, procura buscar juegos que inviten a tus hijos a pensar, a descubrir, a desarrollar su creatividad y potenciar su intuición.
Si te preguntas a qué edad puedes empezar a filosofar con tus hijos, la respuesta es sencilla, desde que aprenden a hablar. Solo tienes que adaptar las preguntas y las actividades a su edad y a su madurez, seguro que pronto te sorprenderá con su capacidad de razonamiento.