¿Se puede afirmar que existe el instinto maternal y paternal o se trata más bien de una construcción cultural de roles? Se define instinto como un impulso natural, innato e inconsciente que se transmite genéticamente y provoca una respuesta determinada, ¿se puede afirmar que el deseo de ser madre o padre es igualmente innato, universal y codificado en nuestro ADN? Parece que la respuesta es no.
No hay pruebas científicas que avalen la existencia de un impulso instintivo por tener hijos en todas las mujeres. Diferente es lo que entendemos por conductas maternales, que están relacionadas con la hormona oxitocina y dirigidas a garantizar la supervivencia del recién nacido. Por tanto, de existir un instinto éste estaría más relacionado con cuidar del nuevo ser que con un deseo innato de crear vida.
¿Tienen los hombres y las mujeres el mismo instinto maternal?
Seguro que has participado en alguna conversación, con hombres y mujeres, en las que se habla del instinto maternal o paternal. A las mujeres desde pequeñas nos enseñan a desarrollar nuestro “instinto maternal” jugamos con muñecas, nos nombran el consabido instinto, y a medida que llegamos a la treintena empezamos a sentir (o no) el peso del reloj biológico.
Muchas mujeres sienten una enorme presión social para convertirse en madres. Las hay que sienten culpa y frustración porque este instinto natural no aparece en sus vidas.
Marisa Díaz, especialista en Psicología Clínica, sexóloga y Máster en Terapia Familiar y de Sistemas habla ya del papel que juega el hombre como padre y cómo éste ha evolucionado. Hoy se considera un buen padre el que se ocupa de la educación, cuidado, nutrición o salud de la prole, que hace 40 años se consideraba cosas de mujeres. Por lo que hay expertos que ya relacionan el instinto maternal con el hombre.
¿Querer tener un bebé es inherente a todas las mujeres?
No, la maternidad es un deseo que tomará diferentes formas en cada mujer y a veces puede no darse nunca. No hay que sentirse culpable por ello.
Lo que podemos hemos entendido como instinto maternal se refiere a un vínculo afectivo muy particular, diferente en cada mujer y cada hombre. Es un impulso que empuja a una madre a actuar por su bebé, sin reflexionar, a protegerlo siempre e incluso a sacrificarse por él. Los mecanismos hormonales que se desencadenan en el embarazo tiene que ver con ello.
Aunque toda mujer viene por naturaleza preparada para reproducirse, la maternidad tiene que ser una decisión personal, fuera de toda imposición o presión social. Más allá del parto, la maternidad es una experiencia que se construye día a día. Los vínculos se crean poco a poco, con el contacto con el bebé, y con los cuidados y atenciones que le vamos a proporcionando.
El instinto paternal o el cambio de rol como padre
Parece evidente que los hombres están biológicamente preparados para ser padres y que dicha preparación natural está escrita en el comportamiento de algunas de sus hormonas. Esta actividad hormonal varia por la presencia de la mujer gestante durante el proceso.
Los futuros padres que acompañan la gestación de sus hijos presentan mayores niveles de estradiol (un tipo de estrógeno) y menos de testosterona que no esperan hijos, o se mantienen alejados. Estos varones experimentan cambios hormonales que, en algunos casos extremos, llegan a producir síntomas físicos como náuseas y aumento de peso.
Los últimos estudios psicobiológicos hablan que los hombres que se involucran más en las tareas cotidianas de educación, cuidado, limpieza y alimentación de sus retoños ofrecen menos niveles de estrés. Curiosamente uno de los segmentos de población con mayor riesgo de padecer depresión es el de las madres con hijos pequeños, mientras que los padres presentan justo la tendencia contraria.
Sin duda quienes más se benefician de la presencia del papá son los hijos e hijas. Todas las investigaciones demuestran que los progenitores, no importa cuál sea su estado social, cultural o económico, juegan un papel determinante en el desarrollo de sus hijos.