Puede que si te digo rimas de dedos, o juegos de dedos, no sepas de qué hablamos. Pero si empiezo a contarte que: Este fue al mercado, este compró un huevo, este lo frió, este le puso la sal y este pícaro gordo ¡se lo comió!…ya sabes de lo que te estoy hablando. Las rimas de dedos son esas cancioncillas que nuestras madres y abuelas nos hacían y que tanto nos hacían reír.
Pues bien, además de la risa, estas rimas son muy importantes para el correcto desarrollo cerebral de los niños. Y es conveniente hacerlas desde bebé, el tacto es una manera más de aprender. Te contamos todos sus beneficios y te damos algunos consejos para que puedas practicarlas con tus hijos e hijas.
Importancias de las rimas de dedos en el desarrollo
Las conocidas como rimas de dedos mantienen la unidad entre imagen, gesto y sonido. Esta concordancia entre lenguaje, contenido y movimiento; sentimiento, pensamiento y acción, ofrece a los niños, sentido de unidad, seguridad, confianza y serenidad. Por su carácter lúdico, alegre y rítmico-sonoro, no aceleran el proceso intelectual, sino que le permiten ser niño, divertirse y jugar.
Los juegos de dedos y otras tareas que fomentan la destreza, como las manualidades, impulsan el desarrollo del cerebro y más tarde, la capacidad de pensar. No hay que descuidar el desarrollo y educación de los dedos, ni la capacidad formadora de los músculos de las manos, porque, según los neurólogos, lo que se descuida entonces es el desarrollo de su comprensión de la unidad de las cosas.
Los neurolingüísticos han descubierto que los niños, y niñas, que no pueden realizar ciertos movimientos, tampoco pueden producir ciertos sonidos. El movimiento consciente de la punta de los dedos, ayuda a formar los sonidos labiales /m/, /b/ y /p/. Se corrobora así la relación entre desarrollo del movimiento y lenguaje
Escuela Waldorf y las rimas de dedos
La pedagogía Waldorf integra las artes y lo académico desde el preescolar hasta el bachiller. Y utiliza las rimas o juegos de dedos como herramientas para el desarrollo cognitivo y emocional de los más pequeños. El movimiento de los dedos ayuda a adquirir una correcta articulación, y a la vez, una buena articulación promueve un pensamiento claro.
En España, una de las especialistas formadas en esta pedagogía y que fomenta este uso es Tamara Chubarovski, quien asegura que la puesta a punto del cerebro en la infancia se produce a través del movimiento. En este sentido, el movimiento de los dedos de la mano y de la lengua tienen gran importancia de cara a la madurez de los niños. En especial, para desarrollar habilidades motrices, afectivas, relacionales y de lenguaje.
El uso de esta herramienta, las rimas de dedos, se recomienda desde bebé hasta los nueve años. Aunque su método se puede aplicar a niños con capacidades diferentes, para ello hay que adaptarlo y extrapolarlo las rimas a adolescentes, jóvenes y adultos. De hecho Chubarovski ha desarrollado una terapia denominada: Encuentro con mi voz, en la que trabaja los patrones emocionales escondidos en la manera o el tono de hablar de cada persona.
Consejos para elegir las mejores rimas de dedos
Respecto a elección adecuada de las rimas en la infancia más temprana, de bebé, se debe valorar más la belleza del sonido que su significado. Y recuerda no se corrige a los niños mientras juegan. Ellos están recibiendo nuestro regalo, para que nos imiten, según su desarrollo y su momento.
A la hora de hacer un juego de dedos con tus hijos recuerda que tú eres la modelo. Por eso el niño tiene que sentir calidad, claridad y veracidad en tus gestos y movimientos. Es la manera de transformar el movimiento en algo vivo y significativo. Además es importante que el gesto corporal vaya primero, y después el gesto hablado. También se puede hacer al mismo tiempo, pero siempre intentando que la palabra no esté antes que el gesto.
Cada vez es más evidente que para garantizar un adecuado desarrollo emocional y éxito en el aprendizaje académico es fundamental haber adquirido una serie de patrones de movimientos maduros, y las rimas de dedos son fundamental. Promueven el desarrollo físico y sensorial, el lenguaje y la comunicación, la capacidad de atención, concentración, memoria e imitación.