Ejercitar la memoria siempre es importante, a todas las edades, y más en esta sociedad en la que apenas tenemos que recurrir al esfuerzo de recordar cosas. Es fundamental que los niños entre 0 y los 6 años practiquen juegos de memoria para mejorar sus niveles de concentración y atención.
Te animo a seguir leyendo para conocer algunas actividades y curiosidades sobre la memoria, y practicarlas de forma divertida con tus hijos.
Actividades para menores de 3 años
Te proponemos un juego de memoria, entre el año y los dos, en los que el niño no tenga que desplazarse mucho. Por ejemplo, coge un par de muñecos que a él o ella les guste mucho y ponle nombre. Es mejor que sean nombres cortos. Cada día haz el mismo diálogo entre estos dos personajes. Algo corto, tipo Buenas noches Pepe, Buenas noches Lola...cada día repite la escena y ya verás qué pronto tu niño la hará por sí mismo. A medida que la vaya repitiendo puedes ir añadiendo frases, como por ejemplo: Que descanses bien, Pepe. Que descanses bien Lola, Y así ir acumulando. Este sencillo juego ayudará a tu bebé y poco a poco él será el que incorpore nuevas experiencias.
Otro juego muy entretenido es buscar el juguete escondido. Vamos a buscar a Pepe. Lo importante no es tanto encontrarlo, sino que el niño recuerde dónde loo ha buscado. Para ello le preguntaremos ¿hemos mirado ya en la lavadora? Repite este juego varias veces, no importa si el niño recuerda o no donde ha mirado, sino que repita la acción mental de recordar.
Juegos de memoria hasta los 6 años
Ya a partir de los 3 años los niños son capaces de utilizar estrategias para memorizar, como repetir, narrar o señalar lo que han de recordar. La memoria autobiográfica se desarrolla entre los 2 y los 4 años. A esta edad ya les puedes preguntar sobre lo que hicieron ayer, o el cumpleaños del amiguito…y sí, es el momento en el que recuerdan todas las promesas que les hagas.
El juego más famoso y fácil es el de las parejas, que podrás ir complicando a medida que el niño crezca. Ya sabes un montón de cartas bocarriba o bocabajo y tenéis que emparejarlas. Siguiendo la misma línea es emparejar la sombra con la figura. Puedes imprimir, por ejemplo ovejas o princesas Disney y que tu hijo o hija empareje las sombras con la figura adecuada. Esto le ayudará a fijar su atención.
Estos ejercicios son para practicar de forma divertida la memoria visual, pero a esta edad resulta muy divertido aprender canciones. Otro juego es ir añadiendo palabras, por ejemplo. Voy al supermercado y voy a comprar un litro de leche, a lo que tu hijo responde, voy al supermercado y voy a comprar un litro de leche y un bizcocho, y luego, tú, así vais añadiendo cosas al carro de la compra.
Juegos de memoria para todos y todas
A partir de los 6 años ya puedes empezar a realizar actividades de memoria más complejas, desde el típico puzzle, adaptado a su edad en la dificultad, hasta los juegos semánticos.
Un modo sencillo para ejercitar la memoria es pedirle que te ayude en la recogida de la ropa, o en preparar la comida. Al recoger la ropa, luego él mismo la guardará en los cajones que le corresponda, en la cocina le puedes ir pidiendo los ingredientes para cocinar, preguntarle si les has echado sal. Cosas así, que irás aumentando en dificultad hasta que tu hijo o hija se sepa de memoria todas las recetas de la abuela.
Un ejercicio muy beneficioso y complementario a este es pedirle, tras realizar la acción que te recuerde paso a paso las actividades que habéis hecho en el día, sus horario de clase, el orden en el que se ha vestido. Esto ayuda a ordenar la línea del tiempo de la memoria.
Si quieres más información sobre lo importante que es mejorar la memoria para tus hijos, puedes pinchar aquí.