La amniocentesis, en qué consiste esta prueba prenatal

Amniocentesis

Cada embarazo es distinto en todos los casos, porque el cuerpo de cada mujer es diferente y porque cada persona tiene una circunstancias distintas. Por este motivo, existen distintas pruebas que se realizan a lo largo de todo el periodo de gestación. De forma que se pueda controlar en todo momento el correcto desarrollo del bebé. Algunas de estas pruebas son comunes para todas las embarazadas, sin embargo existen otras pruebas prenatales que solo se realizan en algunos casos concretos.

Una de estas pruebas diagnósticas que se realizan en determinados casos es, la amniocentesis. Esta prueba común se realiza para, detectar las posibles anomalías existentes en el feto durante las primeras semanas de su desarrollo. La amniocentesis, no entra dentro de las analíticas generales a las que se someten por lo general, todas las embarazadas. Existen algunas características y factores de riesgo que marcan la necesidad de realizar esta prueba.

¿En qué consiste la amniocentesis?

La amniocentesis es una prueba invasiva que se realiza durante las primeras semanas del embarazo. Una vez superado el primer trimestre y con ello, el principal peligro de interrupción involuntaria de la gestación. Se realiza en torno hacia la semana 15 o 16 del embarazo, es decir, comenzando el segundo trimestre. El proceso suele asustar bastante a las mujeres que se tienen que someter a el, pero en la actualidad existen medios para que este resulte menos molesto.

El proceso es el siguiente, primero se realiza una ecografía para determinar la posición exacta de la placenta y del feto. Después, se aplica en la zona un anestésico local para que la introducción de la aguja sea lo menos molesta dentro de las posibilidades. Por último, se realiza una punción en el abdomen y se introduce una aguja larga y delgada con capacidad para atravesar el saco amniótico.

Una vez obtenida la muestra necesaria, se tapa el lugar de la punción y la mujer puede marcharse a casa. Desde este momento, es fundamental que se guarde reposo durante las 48 horas siguientes. El reposo es primordial para ayudar a restablecer la incisión realizada en el saco amniótico y evitar que este se rompa.

Para qué sirve la amnioncentesis

Embarazada en la consulta médica

La muestra que se obtiene a través de la amniocentesis, se analiza para detectar posibles anomalías genéticas como es el síndrome de Down. Pero además, existen otras posibilidades en las que el médico puede considerar necesario realizar la prueba, por ejemplo:

  • Para comprobar si existe malformación o para examinar la madurez de los pulmones del feto
  • Para determinar si existen patologías metabólicas, que puedan afectar al desarrollo del bebé
  • En el caso de que el médico observe la posibilidad de que existan infecciones
  • Cuando existan factores de riesgo de anomalías genéticas
  • También se utiliza para determinar el factor Rh del bebé y comprobar así, si existe incompatibilidad Rh con la madre

No obstante, el objetivo principal de la amniocentesis es la detección de anomalías genéticas, es decir, del síndrome de Down. En el resto de los casos, solo se realizará la prueba siempre cuando los beneficios para el bebé sean mayores que los riesgos.

Factores de riesgo

La amniocentesis se realiza a embarazadas que cumplen algunos de los factores de riesgo, como la edad, pero también en los siguientes casos:

  • Si los resultados obtenidos en la prueba de cribado de malformaciones, resultan anormales
  • En el caso de que alguno de los padres posea alguna anomalía genética
  • Antecedentes de malformaciones como la espina bífida en anteriores embarazos

Beneficios y riesgos de la amniocentesis

Barriga de embarazada

Como todas las pruebas invasivas, en la amniocentesis existen algunos riesgos de los que el especialista te informará previamente. Si tienes que realizarte esta prueba diagnóstica, es posible que estés asustada tanto por la prueba en sí como por los posibles resultados. Muchas mujeres rechazan realizarse la prueba, porque saben que quieren continuar con su embarazo en cualquiera de los casos.

Y eso es algo digno de admirar en lo que nadie, más que los padres, tiene derecho a opinar. Pero debes saber que, aunque los resultados muestren algo que no te esperabas, conocer la situación te ayudará a superarla. Y adaptarte a ello para que cuando tu bebé nazca, estés completamente preparada para cuidarlo.

En cuanto a los riesgos, el principal es que puede ocurrir que el saco amniótico sufra una fisura. Para evitarlo, es muy importante que sigas el reposo mencionado de 48 horas. No obstante, tu médico te informará correctamente de todo y antes de realizar la prueba, tu misma tendrás que firmar tu consentimiento. Así que no dudes en preguntar todo aquello que te preocupe.


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